GABRIELA GULESSERIAN | Tacoronte

Actuar de forma preventiva y no de emergencia, como se venía haciendo hasta ahora. Ese es el objetivo del plan director de playa de La Arena, un documento que se comenzará a elaborar en breve en el que se incluirán las diferentes actuaciones que deben acometerse en el acantilado a corto, medio y largo plazo para evitar riesgos.

Así lo aseguraron ayer el alcalde de Tacoronte, Álvaro Dávila, y el concejal de Urbanismo y Ordenación y Gestión del Territorio, Ignacio Álvarez, quienes visitaron la zona para supervisar el vallado que se ha realizado en el acantilado, en el que se han invertido 320.000 euros en el último año.

El primer paso que ha dado el grupo de gobierno ha sido el de encargar un estudio geotécnico que consiste en una lectura topográfica de todo el acantilado para ver el estado en el que se encuentra. Este documento, que supone una inversión de 17.500 euros, está ya bastante avanzado, señalaron ambos.

Limpieza preventiva

En noviembre se harán tareas de limpieza en las que los operarios deberán meterse en el acantilado para poder realizar desprendimientos controlados y, si es necesario, se cerrará la playa los días que se requiera. “Hay piedras que actualmente no están en mal estado pero se sabe que lo estarán en unos 15 años y por eso es necesario actuar con precaución”, recalcó Álvarez.

Durante el mes de julio la playa, que este año consiguió nuevamente la Bandera Azul, estuvo sometida a diversos trabajos de mantenimiento en la ladera superior para evitar desprendimientos y daños en las personas que se encuentren en el lugar. En ocasiones, estas actuaciones, que finalizaron el 26 de julio, conllevaron quejas de los usuarios, molestos porque una parte de la zona costera se vallaba y se cerraba al público y se modificaban las zonas acotadas según los días.