T. F. | Santa Cruz de Tenerife

Un vecino de Los Llanos de Aridane, que ya ha cumplido los 57 años de edad, supuestamente protagonizó el pasado viernes un singular atraco a mano armada que no logró consumar por la decisión mostrada por la empleada de una peluquería de la localidad palmera, que lejos de resultar intimidada despachó con cajas destempladas al frustrado ladrón.

A partir de los datos facilitados por la Comandancia provincial de la Guardia Civil, fuentes cercanas al caso completaron los detalles de un suceso que se produjo minutos antes de las dos menos cuarto de la tarde, cuando el referido vecino irrumpió en la peluquería, reclamando el dinero de la recaudación.

Sin embargo, y a pesar de que esgrimía en su mano un arma de fuego, no logró el efecto intimidatorio esperado, probablemente porque para ocultar su rostro con una bolsa de plástico que se puso en la cabeza y restó, sin duda, fiereza a la estampa. El resultado, como se ha dicho, fue calamitoso desde la perspectiva criminal. Lejos de darle el dinero, una peluquera lo invitó a largarse del negocio, que por cierto se encuentra en plena zona comercial abierta de Los Llanos, prácticamente el centro neurálgico del municipio.

Y si el robo se quedó en nada, peor aún resultó la fuga, ya que apenas había llegado a la esquina de la calle cuando recibió el alta de la Guardia Civil, puesto que una de sus patrullas recorría el lugar en servicio de seguridad ciudadana cuando se toparon con el fracasado amigo de lo ajeno. Los efectivos del Instituto Armado, adscritos al Puesto de la Benemérita en Los Llanos de Aridane, ya tramitan las oportunas diligencias por estos hechos y han puesto al sospechoso a disposición de la autoridad judicial competente.

En el haber del ahora arrestado, apuntar que se entregó sin oponer resistencia alguna, aunque el arma con la que quiso conminar a la peluquera era de aire comprimido y no simulada, lo que puede tener su relevancia en el transcurso procesal de este caso.