PAULINO RIVERO > PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE CANARIAS

Rivero: “La unidad de Canarias vale más que todo el petróleo del mundo”

PAULINO RIVERO-ENTREVISTA
Paulino Rivero. / Foto: Javier Ganivet

JOSÉ DAVID SANTOS | Santa Cruz de Tenerife

Los gestos, el ritmo del discurso o los silencios traicionan durante la hora de entrevista a Paulino Rivero Baute (El Sauzal, 1952), presidente del Gobierno de Canarias; lo traicionan no porque a través de ellos se revelen medias verdades, dudas o falta de respuesta ante el cuestionario del entrevistador, sino porque se descubre con relativa facilidad aquellos asuntos en los que está poniendo más ahínco (fluyen las contestaciones hasta con cierta pasión) y los que parecen preocuparle (se lo piensa dos veces, coge aire y dialoga de forma más pausada). Entre los primeros, la financiación autonómica, el plan de activación económica o las prospecciones petrolíferas. De los segundos, la política de partido y, quizá, el aspecto más personal: “El calvario” de ser atacado a diario por los editoriales del periódico El Día. No obstante, la conversación arranca mirando a la relativa lejanía del noreste peninsular.

-¿Siente envidia de Cataluña?

“Hay una parte que siempre he dicho que me da sana envidia, como es la capacidad que tiene la sociedad catalana para reivindicar aquellas cosas que entiende son de interés general para ellos. En Cataluña, partidos políticos, medios de comunicación, organizaciones empresariales y sindicales, junto a los ciudadanos, van todos a una en defensa de sus intereses. Sí, da sana envidia”.

-¿Recibe ese apoyo de la sociedad de las Islas en su reivindicación de un mejor trato a Canarias?

“Es muy importante ir generando conciencia de que los intereses generales, en este caso de Canarias, están por encima de los intereses partidarios e, incluso, por encima de quien tiene la responsabilidad de gobierno en un momento determinado. Es importante hacer pedagogía de esos asuntos y ser capaces de transmitir su relevancia a la sociedad canaria para, a partir de ahí, conseguir una mayoría social que nos permita ser más fuertes a la hora de reivindicar lo que en justicia nos corresponde”.

-Como es el caso de…

“La financiación autonómica es quizá de esos asuntos el más importante en estos instantes; es tan justa la reivindicación que no siempre es sencillo conseguir apoyos; en este caso, sindicatos y empresarios están en las tesis del Gobierno y, sin duda, es un paso muy importante”.

-¿Por qué es tan relevante?

“Estamos hablando de la financiación que afecta a los servicios esenciales; estos es, la educación, la sanidad y las políticas sociales; y la prestación de esos servicios no entiende de colores políticos”.

-¿En qué términos habría que reformar la financiación autonómica para que las Islas se dieran por satisfechas?

“Hace dos años cuando denuncié que Canarias estaba tratada injustamente con el sistema de financiación, que nos estaba perjudicado gravemente, me decían que sería imposible abrir ese debate en España… pues ya se habla de ello, ya lo hemos puesto en lo alto de la agenda y, a través de un trabajo con otras comunidades como Murcia, Valencia y, más recientemente con Andalucía, creo que hemos logrado colocar este debate en el ámbito el Estado. Ahora veremos cómo se desencadenan los acontecimientos. ¿Con qué financiación se conformaría Canarias? Lo que exigimos es algo muy sencillo y de sentido común. La financiación autonómica es el conjunto de recursos que se transfieren del Estado a todas la comunidades para atender a todos aquellos servicios que antes prestaba el Estado y ahora lo hacen las autonomías. Lo justo, lo equitativo, equilibrado, solidario y razonable es que todos los españoles, vivamos donde vivamos, tengamos, al menos, los mismos recursos. No es razonable que un cántabro reciba mil euros per cápita más que un canario para atender esos servicios. Ni es razonable que un catalán reciba 500 euros más al año que un canario. Y mire que no le añado el sobrecosto que sufren los servicios por la lejanía o la doble insularidad. Pero, al menos, aspiramos a que por habitante nos toque la misma cantidad que a cualquier otro ciudadano que vive en el territorio continental. Y eso se traduce exactamente en 384 euros más per cápita o, lo que es lo mismo, más de 800 millones de euros al año… que ahora estamos dejando de percibir”.

-¿Pero no se rompería ese principio de solidaridad con reivindicaciones como las de Cataluña sobre el pacto fiscal?

“Son dos cosas diferentes. El planteamiento de Canarias tiene que ver con la financiación autonómica de esos servicios esenciales y creo que nadie discute, si se posee cierto sentido común, que en esos tres aspectos, sanidad, educación y políticas sociales, y que son los pilares del bienestar, todos los ciudadanos tenemos que tener las mismas oportunidades y, por tanto, disponer de los mismos recursos. En este caso Cataluña es de las comunidades más beneficiadas, la cuarta, en concreto, mejor financiada de España. Otra cuestión es el pacto fiscal que plantea Cataluña que, desde mi punto de vista, es otra cuestión en el sentido de que se argumenta que los que más aportan recursos al Estado tienen que recibir más. Creo que un Estado debe desarrollarse de forma equilibrada, solidaria y armónica, por lo que ese criterio de que los que más tienen son los que más perciben haría más ricos a los que son más ricos y más pobres a los que ya son más pobres. Debe articularse un principio de redistribución de la riqueza. Por eso, Canarias respeta, pero no comparte, lo que plantea Cataluña”.

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Foto: Javier Ganivet

-¿Hay en Canarias un debate similar al catalán en cuanto a la cuestión soberanista o independentista?

“Lo que sí está claro es que la relación de Canarias con el Estado debe ser bilateral. De la misma manera que Cataluña exige una relación bilateral con el Estado desde la perspectiva de que se es un territorio con singularidades, Canarias es el único territorio que posee un hecho singular reconocido en la Unión Europea, como es el concepto de la lejanía, la ultraperiferia o nuestra excepcionalidad fiscal, que data de la adhesión de Canarias a la corona de Castilla. Además de la lejanía esta la doble insularidad, la posición geoestratégica, lo que significa la generación energía, el transporte, el suelo, el sector primario, etcétera. Todo es diferente en Canarias y es razonable que la relación con el Estado se encauce a través de mecanismos bilaterales y no de un régimen común”.

-¿Qué necesita Canarias para salir de la crisis?

“Supongo que algo similar a lo que necesita Andalucía o España, pero Canarias tiene un problema añadido al continente, como son nuestras deficiencias estructurales y los obstáculos para generar una mayor actividad económica. Nosotros necesitamos, por ejemplo, afianzar los instrumentos de apoyo de la Unión Europea porque Canarias y el resto de regiones ultraperiféricas son un auténtico lujo para Europa. Además, necesitamos, insisto, una financiación justa para los servicios esenciales y que se cumpla con el REF. Solo recordar que según ese régimen fiscal hay que invertir en Canarias la media que se invierte en España. Igualmente, necesitamos algunas competencias que son fundamentales para que la actividad económica de Canarias no dependa solo del exterior, caso de la gestión de puertos y aeropuertos, la responsabilidades sobre costas o comercio exterior”.

-Y sin mirar tanto hacia fuera, ¿qué se puede hacer?

“Internamente estamos trabajando en una doble vertiente. Una de ellas es la de ajustar la administración canaria a los nuevos tiempos. Pero me gustaría aclarar antes que los datos son contundentes y Canarias fue la única Comunidad Autónoma que cumplió con los criterios del déficit al cierre del ejercicio de 2011; la que tuvo menos endeudamiento per cápita; fue la única comunidad donde creció el número de afiliados a la Seguridad Social; y la autonomía que más creció de toda España con el 2,1% cuando la media nacional llegó al 0,7%. Es decir, en Canarias estamos haciendo la tarea pero nos encontramos con un problema muy importante que es la alta tasa de paro. No obstante, estamos ajustando la administración a los tiempos actuales partiendo de la premisa de que ese ajuste no debe afectar al sostenimiento de los servicios esenciales. Por otro lado, necesitamos generar una actividad económica que nos lleve a seguir creciendo por encima de la media española. Ahora, tenemos puestas todas las esperanzas en un gran plan para generar actividad económica y, por tanto, empleo, que es la modernización del turismo en Canarias, su principal industria”.

-¿Qué falló en los tiempos de bonanza para no encontrar una alternativa al turismo como único motor económico?

“Tenemos que ser realistas y no utópicos. La economía canaria no puede depender solo del turismo, pero si no funciona el turismo sería una catástrofe para las islas porque significa más del 30% de nuestro Producto Interior Bruto (PIB). En algunas islas como Lanzarote o Fuerteventura es más del 50% del PIB, pero cuando hablamos de la modernización del sector turístico estamos refiriéndonos a la mejora de la competitividad de más de 300.000 personas que trabajan en el sector. Y significaría activar un sector sin consumir más suelo, orientado el modelo hacia la rehabilitación; significaría introducir la innovación en el sector turístico desde los criterios de eficiencia energética, ahorro de agua, políticas de telecomunicaciones en las renovadas infraestructuras, apuesta por un consumo de productos de la tierra de calidad… Es decir, la diversificación de la economía canaria tiene que tener un pilar del que partir que es el turismo. El sector que complementó el turismo en etapas pasadas fue la construcción, algo que sigue siendo muy importante por la baja calificación de mucha mano de obra que tenemos, por eso queremos darle un impulso con la modernización y rehabilitación de la planta alojativa”.

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Foto: Javier Ganivet

-¿Pero y el resto de sectores?

“El sector primario es fundamental para tener menos dependencia del exterior y para fortalecer el autoconsumo, pero sabemos que no podemos tener una agricultura y ganadería competitiva por las condiciones de nuestra orografía pero sí que sea de alta calidad. Debemos impulsar sectores como la astrofísica, las energías limpias o explotando los parques tecnológicos en construcción. Hay también un aspecto muy importante que tendrá un largo recorrido como es la internacionalización de la economía canaria siendo el Archipiélago plataforma entre los tres continentes, especialmente en unos momentos que hay un crecimiento sostenible tanto en África como en América”.

-Hilando con esa cercanía a África, ¿qué opina de las declaraciones del ministro de Exteriores sobre la situación en el Sahel y la cercanía a Canarias de un país como Malí?

“No ha estado muy afortunado el ministro con esas declaraciones asociando a Canarias con Malí, sobre todo, porque estamos a mas de mil kilómetros de distancia y porque la repercusión que pueden tener afirmaciones de esa naturaleza, que además no se ajustan a la realidad, le pueden hacer un daño terrible a la imagen de Canarias y, especialmente, al sector turístico, cuando sabemos que hoy en día uno de los valores más importantes del turismo tiene que ver con la seguridad y la tranquilidad del destino”.

-En esta legislatura se viene escenificando un enfrentamiento muy duro con el Gobierno central…

“Desde luego no hay ninguna razón para que se me pueda imputar que yo he llevado una política de confrontación con el Gobierno de España. Nadie puede defender esa afirmación, a no ser que la haga de forma gratuita, pero no objetiva. Ahora bien, soy el presidente de Canarias y como tal, al igual que el director de un medio de comunicación defiende a su empresa o el alcalde a sus vecinos o el padre de familia a los suyos, estoy para defender los intereses de las Islas. Desde el respeto y la lealtad institucional. Pero lo que se encuentra el presidente del Gobierno de Canarias es que las decisiones del actual Gobierno central empiezan por suprimir las bonificaciones en las tasas de los aeropuertos que tantos beneficios han dado a la economía del Archipiélago; por suspender de una forma absurda las primas a las energías limpias, cuando la producción en las islas es más económica que la de energías convencionales, independientemente de la apuesta por la sostenibilidad y las energías limpias; se encuentra que a los canarios se les humilla teniendo que presentar el certificado de residencia en los aeropuertos; además, las inversiones en el conjunto del España bajan el 36% y en Canarias el 49%; veo que se deja en el aire la idea de recortar la bonificaciones a los residentes canarios para viajar… Estoy dispuesto a la colaboración, a trabajar conjuntamente siempre, pero a hincar la rodilla no. Ante la política de un Gobierno español que no nos trata con respeto, equilibrio y con justicia, siempre me rebelaré. Disposición al dialogo o a trabajar conjuntamente sí, pero nunca desde la sumisión”.

-¿Sería todo diferente si hubiese pactado con el PP en las islas?

“A lo mejor sería peor porque estaría dependiendo del apoyo del PP en el Parlamento de Canarias y tampoco tendría el margen para exigir al Gobierno de España lo que a Canarias en justicia le corresponde. Quizá estaría atado de pies y manos por el apoyo del Partido Popular. Ahora bien, la realidad es que en estos últimos veinte años el maltrato del Gobierno de España a Canarias no se ha debido a si en Canarias gobernamos con unos o con otros, se debe especialmente a que, en estos momentos, por primera vez en los últimos veinte años, Canarias no tiene peso político en Madrid. La presencia de los nacionalistas canarios en Madrid ha descendido de una forma notoria. En el año 2000 había una mayoría absoluta pero Canarias tenía su peso en Madrid con cuatro diputados. En mi opinión si los canarios queremos que se nos trate con justicia y respeto, que se nos trate como al resto de españoles, debemos tener más peso político. En Madrid, independientemente de quien gobierne, se nos ha respetado cuando hemos tenido capacidad para influir en la política de estado, algo que ocurrió en los últimos 18 años y las cosas nos han ido relativamente bien. Ahora no existe esa capacidad de decisión y eso se nota en la actitud del Gobierno central”.

-Otra decisión de importancia del Gobierno en Madrid ha sido dar el visto bueno a las prospecciones petrolíferas, ¿se están tomando medidas para que las Islas se puedan beneficiar de ese proceso?

“Canarias lo que no puede salir es perjudicada”.

-¿Y por qué ese perjuicio?

“El Gobierno de Canarias entiende que puede salir perjudicada si se pone en riesgo el modelo en el que estamos trabajando y que se basa en la sostenibilidad. Hay que recordar que Canarias tiene como principales valores aquellos que se vinculan a la naturaleza, nuestro clima, paisaje, biodiversidad, mar, cielo, sol y viento y es ahí donde debemos desarrollar nuestra actividad económica. Por poner solo unos ejemplos: el desarrollo de una industria ligada al cielo, como la astrofísica, o al mar, como es el banco de algas, o la plataforma oceánica que se construye en Gran Canaria. Siendo eso así no podemos poner en riesgo un modelo de desarrollo para que una empresa privada se lucre de los posibles recursos naturales que existen en el mar de Canarias. Y es que es la propia Repsol la que reconoce que existe un riesgo de accidente, sobre todo, a las profundidades que hay que llevar a cabo las prospecciones. Este Gobierno va a trabajar para hacer todo lo posible para evitar que se hagan las prospecciones. Precisamente hace apenas 48 horas hemos presentado la queja que habíamos anunciado antes Bruselas; una queja fundamentada en el incumplimiento de tres directrices europeas: la directiva de planes y programas, la directiva Hábitat, y la directiva relacionada con la extracción y explotación de hidrocarburos en Europa. Esperamos que sea la Unión Europea la que pare el expediente y, en todo caso, también tenemos el proceso abierto en el Supremo y ahora estamos en plena fase de presentar la demanda contra el decreto ley del Gobierno central autorizando las prospecciones”.

-¿Llegarán hasta el final?

“Esta es una batalla que Canarias va a ganar. Hay que batallar en el campo político, social y jurídico pero la vamos a ganar, la tenemos con ganar. Está en juego nuestro futuro. Entiendo que desde algunas islas más lejanas a las extracciones este asunto se vea desde otra perspectiva. No es lo mismo observar este asunto desde Lanzarote y Fuerteventura que desde La Palma, La Gomera, El Hierro o, incluso, Tenerife. La unidad de Canarias vale más que todo el petróleo del mundo”.

-¿…?

“Si las instituciones Canarias dejan solas a Lanzarote y Fuerteventura en este asunto está en juego la ruptura de Canarias porque esas islas no entenderían que las dejásemos solas en esta lucha. En Lanzarote y Fuerteventura el 54% de los empleos depende del turismo y de las 51.000 personas que trabajan en la isla de Lanzarote, 38.000 lo hacen en el sector turístico, una cifra similar en Fuerteventura. Cuando Repsol nos habla de crear cinco mil puestos de trabajo es para carcajearse si lo comparamos con los datos que le he citado”.

– Pero muchos argumentan que las extracciones pueden traer muchos beneficios…

“Debemos de aprender del pasado. Con las actividades coyunturales que pueden darnos beneficios en poco tiempo hay que evaluar cuáles son las consecuencias después de esa actividad. De la misma manera que la construcción fue muy importantes y parecía la panacea. Al ser un tema coyuntural hoy tenemos un grave problema de paro en ese sector. No podemos hacer una apuesta por una actividad que tiene un comienzo y un final y que puede poner en riesgo todo lo que significa una economía sostenible en el Archipiélago”.

-Su vicepresidente y consejero de Educación no se prodiga mucho por eso le pregunto a usted, ¿qué opina de la reforma educativa que ha presentado el ministro Wert?

“El inicio del curso escolar ha sido convulso en casi toda España, pero en Canarias creemos, por las razones que sean, que ese arranque ha sido bastante normal, no hemos tenido grandes alteraciones. En cuanto al cambio legislativo, el grave error de España es que no ya todos los gobiernos, sino cada ministro de Educación, ha querido su propia ley para pasar a la historia promulgando una nueva normativa. Independientemente de sus bondades y de sus maldades, la mejor ley es aquella que tiene un amplio consenso y creo que legislar en una materia tan sensible como es la educación, modificando los esquemas y produciendo desorientaciones en toda la comunidad educativa, es un mal cambio. El sistema educativo español es mejorable, pero creo que estamos en el tiempo en que se hace necesario más que nunca la estabilidad en un sistema educativo que genere confianza”.

-El presidente del Ashotel declaraba hace poco que no se contrata a canarios por su falta de formación…

“Hay de todo. Evidentemente la formación en general y en Canarias debe mejorar reforzando, y en ello estamos, la capacitación y la formación profesional. Hasta hace poco se veía que el camino de los que fracasaban en sus estudios iba a parar a la Formación Profesional, unos estudios que creo no hemos sabido poner en valor. Así, mientras que en Alemania más del 56% de los alumnos sigue el rumbo hacia la FP, en España no llega al 30%. En Canarias necesitamos mejorar la cualificación porque eso genera mejor formación y más oportunidades. Pero no comparto la tesis de algunos que dicen que tienen que contratar a gente de fuera porque aquí no existe personal con formación; esa no es toda la verdad. Tenemos que mejorar, sí, pero en Canarias existen chicos y chicas formados y preparados para desempeñar los puestos de trabajo que se crean en el Archipiélago. Otra cosa diferente es que algunos entiendan que es mucho menos comprometido contratar empleados que viene de fuera, que se encuentran en una situación más precaria, por lo que en seis meses puede rotar ese personal porque, por ejemplo, hay menos arraigo que si se emplea a un residente canario. He defendido a lo largo de los últimos años que el trabajo que se genera en Canarias debe ser primero para la gente que reside en Canarias y que hay que apoyar a nuestras empresas antes que a las de fuera. Y no cejaré en el empeño de conseguir que, a través de los instrumentos que nos da el marco legal, sigan mejorando los mecanismos para que se priorice la contratación de personas que residentes y que se fortalezca el papel de la empresa canaria porque creo que es fundamental. Todo el mundo trata de proteger lo suyo. En Canarias nos falta afianzar el sentimiento de pertenencia, el sentimiento de identidad y defensa de lo propio. A veces, somos excesivamente generosos con lo de fuera y minusvaloramos lo propio”.

-Ese debería ser el discurso lógico de unos nacionalistas… ¿catalanes? y disculpe la reiteración en la comparación.

“En Cataluña buscan los mecanismos para proteger lo propio o en el País Vasco. En el Reino Unido, por ejemplo, han apostado desde hace tiempo por el lema de trabajo primero para los británicos. Aquí resulta que estamos en la comunidad autónoma con la tasa de paro más alta y con más dificultades para generar una actividad económica que absorba ese desempleo. Pues lo razonable, y si no fuera así sería ir en contra el sentido común, es que intentemos dar una oportunidad a los que residen en las Islas y me refiero a gente que consideramos canarios aunque no hayan nacido en el Archipiélago, que se han asentado aquí y tienen sus proyectos vitales en las Islas compartiendo las cosas buenas y las malas”.

-Es quizá uno de sus discursos, por contra, más criticados por otras fuerzas políticas, incluso con las que ha pactado o pacta.

“Este planteamiento llegaremos a asumirlo. Hay cosas que cuesta mucho pero hay que ir dejando huella de la necesidad de que hay que defender algunas cuestiones que son muy importantes. Aquí no estamos hablando de introducir elementos xenófobos, hablamos, llevándolo al símil de una familia, de que el cabeza de familia lo primero de lo que se preocupa es de darle de comer a sus hijos y después toda solidaridad y la generosidad. Si no pensamos así estamos en una orientación equivocada. Sobre todo, en momentos de dificultad, estamos obligados a abrir puertas de la esperanza a muchas personas que no hallan trabajo”.

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Foto: Javier Ganivet

-Antes de acabar me gustaría preguntarle por su partido, ¿qué valoración hace de los congresos regional e insular de Tenerife?

“Empezando por el de Tenerife creo que se desarrolló desde un principio desde el entendimiento y el consenso y no me cabe duda de que el partido sale con un nuevo impulso para encarar las elecciones de 2015. En el ámbito nacional había un objetivo, que era que Coalición Canaria diera un salto importante para fortalecerse como opción política nacional canaria y que sus instrumentos mejoren la cohesión como fuerza política en todo el Archipiélago. Creo que desde el punto de vista organizativo se ha dado ese salto. Especialmente, por la figura del secretario general, José Miguel Barragán, que posee la convicción y capacidad para desempeñar esa función, dado su conocimiento de CC en todas las islas. Con él ganaremos en cohesión para fortalecer los instrumentos garantistas de CC como opción política nacional desde el respeto a cada isla, pero con medidas que refuercen la visión archipielágica”.

– ¿Cómo se gestiona un partido que debe atender a siete realidades políticas tan marcadas como ocurre en las Islas?

“Un partido en Canarias es muy complicado. Me refiero a un partido que dependa de los canarios, de decisiones en las que tenemos que poner de acuerdo a la gente de las distintas islas sin un padrino que venga de Madrid, sin nadie que nos venga a imponer nada. Todos sabemos que las dificultades en los partidos estatales siempre son superadas porque al final hay un señor que manda en Madrid y dice cómo tienen que solucionarse. La realidad de Canarias hace más difícil las cosas, pero también es verdad que obliga al entendimiento, al consenso y al diálogo lo que provoca, a su vez, que las decisiones sean mucho más sólidas”.

-Hace poco Antonio Castro Cordobez me hablaba de la necesidad de que el partido y las decisiones de los gobiernos estuvieran más coordinadas…

“Los partidos los conforman hombres y mujeres pero es muy importante que el partido no se confunda con el Gobierno, igual que la isla no se puede confundir con el Cabildo o el partido con el ayuntamiento. Es imprescindible en una organización política la conexión con los instrumentos de presencia en los gobiernos o en la oposición de esa formación. Hay etapas en que es más fructífero ese sistema de vasos comunicantes, pero ¿quien los hace funcionar mejor?, ¿los estatutos del partido?, no, son las personas que están al frente de las instituciones. Por eso me parecía que Barragán podía dar un impulso a esa necesaria conexión entre el partido y el Parlamento o el Gobierno y otras instituciones. Estoy de acuerdo con Antonio Castro. Los partidos ganan en peso y presencia, se hacen mucho más fuertes, cuando hay debate interno sobre decisiones, que después es verdad que se toman en el ámbito ejecutivo, pero es preferible cierta participación y discusión previa”.

– Si yo a usted le dedicara el 1% de los insultos que recibe desde los editoriales del periódico El Día supongo que daría por finalizada esta entrevista…

“Sí. La verdad es que no le deseo a nadie el calvario que significa un día sí y otro también el ser insultado, agredido y vejado por un medio de comunicación. Una agresión permanente y continuada en el tiempo que se debe a que, simplemente, en un concurso público no se vio beneficiado ese medio con una frecuencia de radio. Ahí están todos los males; algunos han pensado que son los amos de la finca y que tienen derecho a todo lo que planteen. No conozco en la historia política de este país una persecución tan permanente en el tiempo en contra de una persona y en unos niveles tan altos de descalificación como la que está llevando a cabo ese medio de comunicación conmigo. ¿Y ante eso que me queda?, defenderme en los tribunales que es donde estamos defendiéndonos y espero que la Justicia vaya poniendo las cosas en su sitio. Cuesta mucho. Hay gente que viene de fuera que se queda asombrada de esta continua agresión y la virulencia de la descalificación. Siempre he sido muy fuerte en mis convicciones y tengo la conciencia tranquila, no sé si otros pueden decir lo mismo”.

-¿Qué siente cuando ve a otros compañeros de partido siendo halagados en la misma página en la que es usted atacado?

“A mí me gustaría que, simplemente, haya un antes y un después en el respeto a las personas y a las instituciones. Durante mucho tiempo hemos vivido determinadas actuaciones en el ámbito mediático que no han tenido que ver con eso; con el respeto, sino con el puro chantaje para intentar conseguir los objetivos que uno quiere. Me daría por satisfecho si al final de esta batalla, que será larga y dura en los tribunales, y que la voy a dar hasta el final sin un paso atrás, logro que haya un antes y un después. Hay reglas en las que se sustenta la democracia, como el respeto, y eso nunca se debe perder. En este caso se ha perdido el respeto pero espero que al final de este largo proceso sirva para que no se vuelva repetir con nadie, ya no digo conmigo”.