LUIS F. FEBLES | San Juan de la Rambla
Cambiar un vals por una isa. Sustituir el frac por el traje de mago sin miedo a que el vino o el salmorejo manchen la refinada tela. Sobre todo, dar el sí quiero al son de chácaras y tambores, de timples y malagueñas que anuncian una boda singular en los albores de la romería. En una singular prueba de canariedad y amor a raudales, los villeros Víctor Damián Regalado y Cristina Ibáñez contrajeron ayer matrimonio en una boda romera celebrada en el Ayuntamiento de San Juan de la Rambla, coincidiendo con la popular romería de San José.
En un ambiente festivo donde los trajes típicos y las reminiscencias de nuestra tradición más ancestral generaron una atmósfera diferente, la alcaldesa del municipio, Fidela Velázquez (el PSOE), ofició por primera vez una ceremonia donde los invitados se llevaron como recuerdo una caña con los nombres de la pareja y un vaso para el vino sujeto con tela de maga. Además, su hijo les llevó cariñosamente los anillos.
“Queríamos regularizar nuestra situación, ya que tenemos un hijo en común, y que mejor manera que hacerlo en un día tan especial como este. Sentimos nuestras tradiciones y la queríamos compartir con los más allegados”, indicaron los recién casados. Amenizado al ritmo de una parranda, los novios lo tenían todo preparado: después de la boda, tocaba el convite. En un ambientado espacio dedicado a tal fin y con el murmullo que generan las carretas y las folias que avisan la salida del festejo, el pollo en salmorejo, las chuletas, el pan con chorizo y las papas bonitas, completaban el singular marco de una unión diferente”. Regalado, asegura que desde que comunicaron la inusual unión, contaron con el apoyo de familiares y amigos. “No conozco a nadie que se haya casado de esta forma, pero lo importante es que estás con las personas que quieres. Decidimos hacerlo a nuestra manera”, apuntó el novio.
Como si se tratara de una versión canarizada del coche que espera a los novios a la salida de la iglesia. Las carretas sustituyeron al tradicional vehículo para llevar a los novios a la bulliciosa romería. Para ambos, ha sido fundamental el apoyo y la predisposición del Ayuntamiento. “La alcaldesa nos ha facilitado las cosas en todo momento, y mostró interés en oficiar nuestra unión. También, habilitó un espacio para el almuerzo en un día de mucho jaleo”, agradece Regalado.
Aunque por ahora, no tienen posibilidad de organizar una luna de miel, la pareja no olvidará nunca el regalo de la romería de San José 2012.