DAVID SANZ | Barlovento
La sequía que sufre este año La Palma, se suma a la circunstancia de que La Laguna de Barlovento está en obras de reparación, después de que se rompiera en abril de 2011. Para los agricultores es vital que las obras de reparación parcial del embalse del norte de la Isla concluyan este año “para que no se pierda ni un litro de agua de las galerías”, según explicó Miguel Martín, presidente de la Asociación Palmera de Agricultores y Ganaderos (ASPA).
“Es fundamental que la obra Barlovento acabe en tiempo y forma y podamos meter este año, como mínimo, un millón de pipas de agua desde la galería en el embalse de La Laguna, insistió Martín, quien destacó la importancia de que tanto el Gobierno de España como el de Canarias tomen conciencia de lo prioritario que es esta infraestructura hidráulica en la isla de La Palma.
Cabe recordar que estas obras, aprobadas por el Consejo Insular de Aguas, permiten una reparación parcial por emergencia, dándole así una capacidad de almacenaje de agua seguro de entre los 1,5 y los dos millones de pipas. Además garantiza que la avería de la balsa no afecte a la distribución de caudales que se demanda desde las diferentes zonas de la Isla. La inversión es de 500.000 euros, a la espera de que el Gobierno encargue el proyecto definitivo de la obra.
Martín destacó que pese a la escasez de lluvia, a su juicio, la “situación está bastante controlada, siempre que esta carestía no se alargue demasiado en el tiempo”, matizó. “En principio hay agua, y si la usamos con racionalidad podremos escapar”, recalcó el presidente de ASPA, quien mostró su “deseo de que llueva pronto, porque si no se nos seca hasta el monte”. De ahí que hiciera un llamamiento para hacer “un uso racional del agua, algo que es cada vez más importante”. El presidente de ASPA consideró fundamental el trabajo que se está haciendo desde el Consejo Insular de Aguas de forma coordinada, “una dinámica en la que hemos entrado, donde nos escuchamos todos y colaboramos para ir saliendo de situaciones delicadas como ésta”. La formación de la comisión de la sequía es, a su juicio, una muestra de ello, que sin duda ha dado algunos buenos resultados”. “Cuando no coordinamos sin dinero podemos hacer cosas”, recalcó.
Por otra parte, reconoció que la falta de lluvias está obligando a extraer más agua de lo normal de los pozos del Valle de Aridane. Y, pese a que el precio se ha incrementado, señaló que “hemos tratado de que no se disparase y mantener un precio que fuera asequible”.
En cuanto a los cultivos, los de regadío, pese al coste mayor por la necesidad de regar más por la falta de lluvias, se han podido salvar. Los que peor lo han pasado son los de secano, como los cereales y la viña, además de la papa. Una circunstancia que también ha causado un daño importante al sector ganadero.