Querida Esperanza:

Ahora que has anunciado tu retirada de la primera línea política, recordamos con especial cariño tu presencia en Santa Cruz de Tenerife en varias ocasiones, pero principalmente el año pasado cuando accediste a amadrinar tanto la candidatura al Ayuntamiento capitalino de mi compañera Cristina Tavío, como la que tuve el honor de encabezar al Cabildo Insular de Tenerife y al Senado.

Tus palabras de ánimo, siempre acertadas, contribuyeron, sin duda, a que en ambos casos obtuviéramos los mejores resultados de la historia de nuestra formación política. Allí, nos dejaste un mensaje revelador que cobra capital importancia en estos tiempos, respecto al papel que ha de jugar el Partido Popular: “Cuando los gobiernos son austeros, las sociedades son prósperas”.

Una declaración de intenciones digna de una gran liberal, figura indiscutible de la política española, que después de más de tres décadas de intachable trayectoria, en la que supiste respetar los tiempos y ocupar cada peldaño con rigor y orden, has atraído las miradas y la atención también en el adiós.

Esperanza Aguirre es una de las grandes liberales de nuestro país, como prueba su periodo al frente del Partido Liberal en Madrid en los ochenta, y las continuadas muestras de defensa de la colaboración público-privada y de la competitividad como fuente de progreso para nuestra economía, de la que también somos firmes defensores.

Es licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Cuerpo de Técnicos de Información y Turismo del Estado desde 1976. Pocos años después ya ocupaba importantes responsabilidades dentro del Ministerio de Cultura que fueron forjando su vocación de servicio público e implicación política.

En aquellos primeros años ya fue concejal en el Ayuntamiento de Madrid, donde ocupó importantes responsabilidades en las áreas de Cultura, Transportes y Medio Ambiente, así como la portavocía de su Grupo. En 1996 ganó las Elecciones al Senado por Madrid, y formó parte del primer y recordado Gobierno de José María Aznar.

Su paso por el Ministerio de Educación y Cultura será recordado por su contribución a la modernización de la enseñanza obligatoria y de los planes de estudio universitarios, en los que contribuyó a la dignificación de las Humanidades. Llegaste a decir, y lo compartimos, “no me resigno a contemplar impávida cómo la educación en España se deteriora, y cómo las universidades españolas no figuran nunca entre las mejores de Europa”.

En 2000 también hizo historia al convertirse en la primera mujer que presidió el Senado de España, y en 2003, parte de la historia reciente de nuestro país, logró la primera de sus tres mayorías absolutas en las Elecciones Autonómicas a la Comunidad de Madrid, que presidió con mano firme y responsabilidad.

Trabajadora infatigable, experta comunicadora y cercana con la gente, nos contabas orgullosa, en tu despedida de la política, que la implantación de una educación bilingüe es uno de tus mayores orgullos.

Esta década al frente de Madrid será recordada como la más fructífera para una región que ha sabido apostar por una gestión eficaz y moderna, con los menores índices de paro del país, en la que el transporte público llega a cada pueblo, con la mejor red de metro del mundo, y cuyo sistema sanitario y educativo está a la cabeza de España.

Dejas toda una vida dedicada a los demás, con pasión y coherencia, pero también con una hoja de servicios intachable que ya querrían para sí quienes han podido hacerte objeto de críticas tan injustificadas como gratuitas.

Ahora es tiempo de dedicar tiempo a la familia, de la que te acordabas en la despedida con la voz quebrada por la emoción, pero también tiempo para tu persona, pues has sido ejemplar incluso en la forma en que has aceptado y afrontado las dificultades propias de la enfermedad que te hizo abandonar, apenas unos días, las responsabilidades propias de tu cargo.

Se cierra el capítulo de una gran mujer, pero detrás de esa primera fila, Esperanza, queda un amplio espacio en el que seguiremos necesitando tu ejemplo y tu valiosa aportación. Para el PP has sido, eres y serás un activo y referencia en nuestra formación. Un abrazo muy sincero.

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