tribuna >

Catalonia – Por Ignacio González Santiago

Que un nacionalista canario se meta con los nacionalistas catalanes puede parecer de entrada un poco chocante, pero seguro que me entenderán después de leer este artículo.

Lo de los catalanes no tiene nombre, o sí, irresponsabilidad supina. Cuando el país del que ellos forman parte, se está hundiendo por la falta de crédito internacional, les da por sacar a la gente a la calle y pedir la independencia de España.

¿Tenía que ser ahora? ¿No podían haber esperado un poquito más, hasta que nos dieran las perras? Perras, por cierto, que ellos también necesitan como agua de mayo y se las han pedido, ¡eureka!, al mismo que quieren mandar al carajo, Rajoy.

La foto de Artur Mas, al día siguiente de la manifestación, entrando en La Moncloa a pedirle perras a Rajoy podía haber sido merecidamente la portada de El Jueves ese día. Ahí fue el hombre, con el pecho henchido de orgullo catalán patrio, tras el éxito de la manifestación, y los bolsillos vacíos, a pedirle perras al presidente del país del que se quiere separar.

El gallego lo recibió a la gallega, no le dijo nada y menos le aflojó un solo euro.

Mas se fue por donde vino con el pecho desinflado y los bolsillos igual de vacíos, al carallo. Un buen político debe ser siempre oportuno y sensible con la situación, no un kamikaze irresponsable.

Un buen político nacionalista antepone el bienestar de su gente a cualquier otra cosa. Ahora no tocaba la independencia, porque no beneficiaría a los catalanes y perjudicaría al resto de los españoles y canarios, que están pasando hambre. ¡A ver si nos enteramos de una vez! Estoy enfadado con Artur Mas por haber montado justamente ahora este tremendo follón, que seguramente nos ha hecho perder el casi nulo crédito que nos quedaba fuera y por lo tanto ha arriesgado la ayuda de Europa, o lo que es lo mismo, de Alemania, para salir de la crisis, a España, Cataluña y Canarias, que, como nacionalista canario, es la que más me importa.

La imagen magnificada por los medios de comunicación extranjeros que se ha transmitido en el exterior de un país no sólo roto económicamente, sino además con tensiones políticas independentistas ha sido desastrosa.

Los prestamistas europeos se estarán preguntando que pasaría si Catalonia se separara definitivamente de España y si el fenómeno separatista se extendiera y también lo hicieran el resto de las comunidades autónomas.

¿Quién devolvería entonces el dinero? Se olvidan los nacionalistas catalanes que, aunque no les guste, ellos como nosotros formamos hoy por hoy parte de este país que se llama España y por lo tanto si la hundimos, nos hundiremos con ella.

Si fue un simple órdago al Estado para sacarle las perras o el inicio de un camino serio hacia la independencia de la comunidad autónoma de Cataluña, lo veremos pronto, pero mientras tanto y sea lo que sea, en el fondo, que Mas se corte un poco hasta que arreglemos el problema financiero que tenemos, antes de que no podamos pagar los sueldos de los funcionarios ni devolver los créditos y tengamos que cerrar los hospitales y las escuelas.

Y menos mal que el que estaba en La Moncloa para recibir a Mas era Rajoy, porque si llega a ser Aznar, le pega, y si fuera Zapatero, Mas le pega a él.

Algunos nacionalistas son a veces los peores enemigos del resto de las comunidades autónomas y para sí mismos. Un mal ejemplo.

*Presidente federal del CCN | @ignaciogonsan