MARTÍN-TRAVIESO | Santa Cruz de Tenerife
Llegó en verano con la etiqueta de jugador destacado, pero hasta ahora tiene que conformarse con ser casi siempre la primera sustitución de Álvaro Cervera. Suso Santana asume su condición de suplente, ya que se encuentra cómodo con el papel de revulsivo que está desempeñando en los partidos, pero quiere más y trabaja para ello.
Muchos podrían pensar que debido a su situación, el canterano podría ser una nota discordante dentro del vestuario. Todo lo contrario. Está muy contento con el entrenador. “Es un entrenador que sabe manejar el vestuario y estamos encantados con él”, aseguró ayer a DIARIO DE AVISOS el futbolista de Taco.
Estos días le llueven los elogios a Cervera y no solo provienen de la afición. También sus propios jugadores se encargan de divulgar en los medios lo felices que son con el preparador ecuatoguineano. “Es muy buen entrenador y se está viendo en el campo que tenemos claro lo que nos pide. También ha sido futbolista y sabe como manejar un grupo”, añade Suso al respecto, que hasta que logre convencer a Cervera de que puede ser titular, se limita a entrenar como el que más. “Yo lo que hago es lo que me pide el míster y para eso estamos los jugadores que salimos del banquillo. A pesar de la expulsión, que yo la considero injusta, tuve la suerte darle una asistencia que Aridane aprovechó a la perfección. Lo importante es que el equipo ganó. Me gustaría jugar desde el principio, pero el míster es el que toma las decisiones y yo las respeto”, insistió el exjugador del Hearts de Escocia. Insiste también en que “la confianza que me da el míster se le intento devolver en el campo, ya sea en diez, veinte o cuarenta minutos. Yo me limito a hacer mi trabajo y aportar al equipo”.
Al respecto de la expulsión que sufrió el pasado domingo, Suso se mostró aún contrariado por la determinación que tomó el árbitro: “La primera puede ser amarilla, ya que corto un contragolpe, pero la segunda es excesiva. El árbitro no estuvo acertado. Solo cometí dos faltas y ambas fueran amarillas. En la segunda ni siquiera toqué al jugador rival”, explicó.
De lo que sí se muestra satisfecho es del rumbo que tiene el grupo en este arranque de competición. “El equipo está muy fuerte y tiene muy marcadas las señas de identidad, pero tampoco podemos desatar la euforia. Tenemos que ir paso a paso, seguir trabajando bien y ahora no tenemos que pensar en otra cosa que no sea el Leganés”, sostiene. Además recordó que “a muchos equipos le gustaría estar en nuestra situación. Así se puede trabajar mucho más tranquilo y con muchas más ganas”.