EUROPA PRESS | Palma
La Guardia Civil ha detenido en Ibiza a un monitor de 21 años que se hacía pasar por una menor en las redes sociales para conseguir que varios niños le enviaran vídeos desnudos.
Según informa hoy el Instituto Armado en un comunicado, el joven fue detenido el pasado miércoles y puesto ayer a disposición del juez de guardia, que decretó su libertad provisional.
Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Baleares han informado a Efe que esta libertad está condicionada a la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado y a la prohibición de trabajar como monitor de actividades para niños, a lo que se dedicaba el arrestado por un delito de corrupción de menores.
La Guardia Civil indica que la investigación la iniciaron los Mossos d’Esquadra en 2011, cuando se recibieron varias denuncias de “ciberacoso” en las que se afirmaba que un mayor de edad se hacía pasar por menor en redes sociales y “chats” por internet.
Se localizaron tres víctimas de este acosador en la localidad barcelonesa de L’ Hospitalet de Llobregat y la policía autonómica identificó al posible autor en la isla de Ibiza.
Tras una investigación de la Guardia Civil de Baleares se comprobó que el detenido, que responde a las siglas S.B.W., tenía en sus cuentas de las redes sociales más de un centenar de menores de edad.
Se realizó entonces un registro domiciliario del investigado, donde se le incautó gran cantidad de material multimedia pornográfico en donde participaban menores de edad.
Según la Guardia Civil, el joven se había pasar por una menor que se comunicaba con los jóvenes y los retaba a un juego de “cuanto más enseñes tu, enseño más yo”, y grababa en su ordenador lo que el menor hacía.
El detenido pasó ayer a disposición judicial, pero la operación continúa abierta con el fin de detectar a más víctimas del acoso, indica el Instituto Armado, que da una serie de consejos para evitar estos delitos.
Así, aconseja no permitir a menores, sobre todo de menos de 13 años, que se aislen con el ordenador y permanezcan solos conectados a redes sociales, y limitar las horas que los niños dedican a estar frente al ordenador o en internet.
Advierte a los padres que si consideran que su hijo no está preparado para entender contenidos sexuales existentes en internet, utilice programas que filtren el acceso a contenidos específicos de adultos.
También les explica que deben insistir a los niños que no proporcionen datos personales ni direcciones ni horarios de colegios por internet, y en no comunicarse con personas que no conozcan.
Finalmente, insta a los padres a denunciar estos hechos y a que no permitan a sus hijos que compren solos a través de internet.