La dimisión de Julio Pérez como teniente de alcalde de Santa Cruz y de su acta de concejal es un ejercicio de libertad: a la política se llega voluntariamente, y se sale del mismo modo. Pero no es un ejercicio de responsabilidad. Cualquier gestor público anhela gobernar en épocas de crecimiento o disfrutar de mayorías absolutas; pero es en los momentos difíciles donde se valora su capacidad de sacrificio. Huir, salvo que medie alguna enfermedad grave (que, gracias a Dios, no es el caso), no es de recibo 16 meses después de comprometerse con los vecinos por cuatro años. Los cargos públicos deben asumir su pertenencia a un partido político; y si en algún momento se discrepa de quien lo dirige (o en este caso, de quien parece que lo va a dirigir), hay que tener los arrestos suficientes para decirlo o, incluso, para presentarse como alternativa en unas elecciones internas. Gobernar el Ayuntamiento de Santa Cruz no es tarea fácil: conflictos heredados con la Justicia, necesidades sociales, atención mediática, multitud de representaciones políticas… Pero todo esto lo sabía don Julio antes de pedir el voto. El señor Pérez ha realizado un buen trabajo durante este año en el Ayuntamiento chicharrero; serio, riguroso y, según sus socios, leal. Pero ¿las razones por las que ha dimitido también hubieran pesado si, en lugar de ser un concejal de un grupo con tan sólo cinco ediles, fuese aún secretario de Estado de Justicia? Dedicarse en exclusiva a la ciudad, sin compatibilizarlo con otros cargos públicos o actividades privadas, es lo idóneo para cualquier capital autonómica. La Casa de los Dragos no es el Ministerio de Justicia, ni la Autoridad Portuaria, ni el Gobierno Civil, ni el Congreso de los Diputados, ni siquiera el Gobierno de Canarias (lugares, todos ellos, en los que ha ejercido la política el dimitido teniente de alcalde). Santa Cruz es Chimisay Alto, Somosierra y Los Gladiolos, y allí no hay moquetas. Solo problemas de los vecinos, y vocación de servicio público para intentar solucionarlos, anteponiéndolos a su propio bienestar personal.

*Exportavoz del PP en el Cabildo de Tenerife y en el Ayuntamiento capitalino