CATEGORÍA PREFERENTE > JORNADA 2

El duelo costero, para el San Juan

D. ESPÍNOLA – J. MARTÍN | Santa Cruz de Tenerife

“El Atlético San Juan, actuando de local, se lleva el segundo derbi costero. El primer antecedente data del año 1985, aunque con el filial del San Andrés”. Este era el titular que aparecía en DIARIO DE AVISOS el 4 de febrero de 1985, haciendo referencia a la crónica que recogía el único partido disputado hasta la fecha entre los conjuntos capitalinos de los barrios de San Andrés y María Jiménez, en la Categoría Preferente, aunque, en aquella ocasión, el conjunto “sanandresino” se presentaba con su filial, el San Andrés Atlético.

No fue un duelo fácil, apareciendo altercados y polémica, y donde tuvo que intervenir la fuerza pública en varias ocasiones. Firmaba la crónica del encuentro, disputado en Las Teresitas, Santiago Déniz, y en ella comentaba, que una desafortunada actuación del trencilla, Simón Molina, provocaba incidentes contra el colegiado, y un amago de retirada del equipo filial.

Ramón Delgado, actual presidente del Atlético San Juan, tuvo la oportunidad de vivir como jugador ese partido. “La fuerza pública intervino en varias ocasiones y al término del encuentro hubo intentos de agresión hacia el árbitro. Directivos del San Andrés y él entrenador del conjunto de Tercera, Luis Guiance, colaboraron en calmar los ánimos. Los incidentes se producen cuando el San Juan consigue el segundo tanto, dando la impresión que los jugadores del filial no quería seguir y amagaban con abandonar el partido”.

Todo fue distinto en la noche del pasado viernes 15 de septiembre de 2012, cuando, ya en María Jiménez, el Atlético San Juan ganaba y volvía a llevarse el “derbi costero” de la ciudad.

No hubo mucho fútbol, quizás la tónica de las últimas jornadas, y todo se resolvió en los minutos finales, cuando Omar aprovechó un centro largo, desde la otra banda, para cruzar ante el meta.

El presidente del club de María Jiménez, que lleva más de 35 años vinculado a la entidad, 18 como jugador y el resto participando en casi todas las facetas, ayudante, utillero, delegado, entrenador, directivo, y hasta hace poco, secretario, nos contaba un poco la historia sobre su Club. “El equipo, en el años de ese partido anterior, 1985, entrenaba y jugaba en San Andrés, porque en María Jiménez no había campo. Luego, tras ese partido, las relaciones se enfriaron con el conjunto de Las Teresitas, y Domingo Déniz, nuestro presidente por esa etapa, tuvo que trasladar al equipo a Valleseco, pues la directiva del San Andrés nos prohibía entrenar y jugar allí. Mientras tanto fuimos adecentamos una finca de plátanos aquí, en el barrio de María Jiménez, para corretear un poco y poder entrenar, aunque, el grupo lo hacía siembre en el campo de Valleseco. En esos años ya se se empezó a plantear la necesidad de tener una instalación deportiva y, poco a poco, entre todos, con la ayuda del ayuntamiento, fuimos convirtiendo las huertas en terreno de juego. Creció mucho la instalación cuando la base del CD Tenerife se trasladó aquí para entrenar y jugar sus encuentros. Así fue mejorando hasta lo que hoy tenemos, aunque no encaja con el proyecto inicial que desde el consistorio nos presentaron”.

El muro de la discordia

“El problema que tenemos ahora es que la promesa municipal de vallarnos la parte norte del terreno de juego, para que el aficionado si quisiese ver el encuentro, tuviese que entrar en la instalación, choca con la opinión de los vecinos de las viviendas colindantes, que estiman, que cerrarles la vista con esa valla, no puede ser legal”, afirma el presidente, que reconoce que “nuestros ingresos son muy escasos. Provienen de la cantina y de lo que recaudamos los fines de semana con el fútbol aficionado. Y para los gastos de inscripción del equipo, tramitar las fichas de jugadores y técnicos, tenemos el apoyo de una empresa, que los amortiza. Pero el problema está en la recaudación que perdemos por el muro que facilita que los aficionados disfruten del partido sin pasar por la taquilla. Sabemos que la situación económica no es buena, pero los precios de nuestras entradas tampoco son excesivos, siendo la más cara de tres euros”, explicó, mientras recordó que al campo acceden unas treinta personas, mientras que en el muro exterior pueden situarse más de doscientos, con lo que daría para pagar al trío arbitral. Por eso, “la junta directiva que presido, se ha planteado ir a jugar los partidos como local en el Campo de La Salud”, reconoció el directivo.