GABRIELA GULESSERIAN | Santa Úrsula
La Plataforma de Afectados por el Tren del Norte en Santa Úrsula ha comenzado a moverse a toda máquina para presentar alegaciones que eviten la ubicación de una parada en el municipio. Dado que el periodo para hacerlo finaliza el 8 de octubre, los afectados y vecinos que no están a favor del proyecto, promovido por el Cabildo de Tenerife, iniciaron ayer la recogida de firmas en el local de la asociación de vecinos El Chapatal, que prorrogarán hasta el próximo viernes, tal y como se aprobó en la última asamblea del colectivo.
Según el documento de aprobación inicial del Plan Territorial Especial del Tren del Norte, que recibió a finales de julio el visto bueno del Pleno del Cabildo de Tenerife, dicha parada se contempla en la zona de San Clemente. Allí se encuentra la hacienda del mismo nombre, conformada por una casona del siglo XVII, una ermita y otras dependencias que pertenecieron a Tomás de Nava y Grimón y que constituyen uno de los conjuntos patrimoniales de mayor valor histórico del municipio. Incluso, en su día se inició un proceso con el fin de que fuera declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
Por este motivo, los afectados solicitan en su alegación que el trazado del tren del Norte a su paso por Santa Úrsula sea en túnel por todo su recorrido y que el intercambiador se ubique en el kilómetro 25,200, en la localidad de La Victoria de Acentejo.
En el escrito, también muestran su preocupación por “las afecciones que tendrán los viales de acceso al intercambiador y que no se reflejan en ninguno de los planos u ortofotos que han puesto en exposición pública, así cómo el ruido en los alrededores del trazado y las consecuencias laborales en otro tipo de transportes de los que se dispone actualmente en la Isla”.
Asimismo, alude a que se trata de una infraestructura “ostentosa” que no se justifica dada la actual coyuntura económica y se muestra convencida de que hay otras prioridades.
En la anterior exposición pública del plan, la Plataforma, creada en 2009 para defender las 300 viviendas y casi una treintena de negocios en los barrios de El Chapatal, Lomo Román, San Luis y El Calvario, afectados por este proyecto, consiguió unas 10.200 firmas.
Y aunque en esta ocasión se trata de alegaciones, esperan tener la misma suerte y el apoyo de los vecinos, aunque no estén directamente perjudicados por el proyecto que, recalca su vicepresidenta, María Nieves Gutiérrez, también tendrá consecuencias en el Camino del Mar y los accesos de entrada y salida de la autopista.
El trazado de la instalación ferroviaria, que discurrirá entre Santa Cruz y Los Realejos, tendrá un recorrido de 37,3 kilómetros de los que casi la mitad discurrirán por túneles.