Que Canarias está cada vez más lejos de España es un hecho constatable que tiene relación, directamente, con el trato discriminatorio y humillante que nos han venido dando, en los últimos años, los sucesivos gobiernos del Estado y que alcanza su culmen ahora que gobierna el Partido Popular.

No es una simple frase. Es el sentimiento que tenemos los canarios y que corre por las redes sociales, las tertulias y cualquier reunión que tenga lugar estos días. Un sentimiento que siempre estuvo latente en nosotros, a los que todo nos cuesta el triple que al resto de los administrados por el Estado español, pero que se ha reavivado por los últimos acontecimientos; por la forma déspota de tratarnos que tiene este Gobierno de Rajoy y sus ministros.

La puntilla ha sido el apoyo en el Senado a una moción en la que queda abierta la posibilidad de eliminar la bonificación al transporte que tanto nos costó conseguir a través de los diputados de Coalición Canaria, que han luchado durante años en Madrid hasta lograr que se entendiera que por la lejanía y la doble insularidad, debíamos pagar solo la mitad de los billetes para estar en igualdad con el resto de comunidades.

El recorte de la bonificación al transporte, que pretende hacer el PP -con el voto de sus ocho senadores canarios, no nos olvidemos- ahogaría aún más nuestra debilitada economía y amputaría un derecho que hemos adquirido tras un importante esfuerzo de muchos años para convencer al Estado sobre la importancia de esta subvención.

Tal vez por eso, por cobardía o por vergüenza de la traición a sus paisanos, la moción fue apoyada pero no defendida por los populares canarios, sino por un señor de Burgos, que no se ahorró comentarios despectivos sobre que somos despilfarradores y que pedimos lo que no nos pertenece.

Esta ayuda, para conocimiento general los representantes de otras comunidades, es un derecho histórico y es clave para miles de canarios que deben desplazarse obligatoriamente por motivos laborales, sanitarios, educativos, etcétera y eliminarla supondrá un enorme retroceso para del desarrollo de las Islas, que quedarán cada vez más alejadas del Continente.

En su larga lista de despropósitos, el Gobierno del PP ha hecho que Canarias retroceda dos décadas, exigiéndonos, también, para viajar, un certificado de residencia que nos complica la vida y del que nadie va a obtener ningún beneficio, porque el fraude es prácticamente inexistente. En lugar de perseguir a los grandes esquilmadores, se dedica a tratar a los canarios como presuntos delincuentes, colmando el vaso de nuestra paciencia y haciendo recaer la carga, como siempre, en los que menos tienen.

Las políticas del Gobierno del Estado están condicionando el futuro de nuestra economía y éste es solo un ejemplo de las medidas que ha ido aprobando en 2012 y cuyas consecuencias se perciben en todos los indicadores económicos, como es el caso de la supresión de la bonificación de las tasas aeroportuarias, el recorte de los convenios de infraestructuras o la reducción de la subvención para el transporte de mercancías.

En esa carrera en contra de Canarias y los canarios hay perjuicios y decisiones intolerables que todos los habitantes de las Islas tenemos que saber, para no olvidarnos jamás de quién ha hundido nuestra economía.

El recorte de más de 800 millones de euros que sufre Canarias en los Presupuestos del Estado de 2012 afecta a carreteras, proyectos hidráulicos, infraestructuras turísticas, obras en el litoral, colegios y repercute directamente en el ciudadano. Cada canario recibe de los Presupuestos Generales del Estado 134 euros frente a los 265 de media española y los 600 euros de Galicia o Castilla y León (gobernadas por el Partido Popular).

Canarias es la Comunidad Autónoma de todo el Estado peor financiada per cápita por el sistema de financiación autonómico. Tan sólo respecto a la media de las comunidades autónomas, Canarias recibe 600 millones menos cada año.

Además, por si no fuera suficiente, el Estado ha reducido a la mitad las partidas destinadas a la inversión en Canarias, pasando de 747 millones en 2011 a 384 millones este año.

Este Gobierno, en el que hay un ministro de Turismo canario, deja el convenio de infraestructuras turísticas en cero. No aporta un solo euro para la principal fuente de economía de las islas. Ese mismo ministro elimina el apoyo a las energías renovables y permite atropellos como la pérdida total de la partida del POSEI, la práctica desaparición de los programas de desarrollo rural y otras muchas acciones que frenan nuestro crecimiento y se traducen, directamente, en destrucción de empleo.

Los agravios del Gobierno del Estado a Canarias no caben en este artículo y, por eso, ha llegado el momento de unirnos para decir “basta”.

Para decir “basta” a los partidismos y las luchas políticas, para tener altura de miras y hacer un frente común destinado a que se restituya el diálogo del Estado con el Gobierno de Canarias.

Es necesario, ahora más que nunca, que los canarios estemos unidos contra los despropósitos y los agravios del Partido Popular; que no dejemos que se siga intentando difundir la calumnia de que pedimos y no aportamos, que no permitamos que nos aíslen y nos alejen. Que logremos que no se aplique a Canarias un trato peor, injustificable y que no es permisible bajo ningún concepto: ni de eficiencia, ni económico, ni moral.

Si un territorio forma parte de un Estado y ese Estado no lo trata como parte suya, tenemos un problema. Por eso, ahora más que nunca, hay que dejar a un lado las diferencias políticas, los réditos partidistas y la bronca estéril. Hay que conseguir, unidos, justicia y equidad para las Islas. Es una responsabilidad que compartimos todos: políticos y ciudadanos. Y tenemos que ejercerla.

* Secretario General de Coalición Canaria en Tenerife