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Lluvia de estrellas para medir órbitas

VERÓNICA MARTÍN | Santa Cruz de Tenerife

Cada día caen sobre el Planeta 100 toneladas de meteoros sin que causen ninguna extinción masiva, acaben con la ciudad de Nueva York ni afecten a la masa de esta gran bola azul en la que vivimos. Algunos son más grandes y, al caer, forman cráteres de impacto y dejan huella en forma de rocas que aportan muchos datos a la ciencia.

Aficionados y astrofísicos saben perfectamente que, tras el espectáculo, hay mucho más. De eso se hablará, desde hoy y hasta el próximo domingo, en La Palma. Será en el seno de la 31 edición de la Conferencia Internacional de Meteoros (IMC), que congregará a las máximas autoridades. Un evento no puramente científico sino que pone en valor la Isla Bonita como sede de turismo científico con el atractivo de la calidad de sus cielos y del observatorio del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en el Roque de Los Muchachos. Francisco Ocaña es uno de los 110 participantes de este evento y explica que llevará los resultados de un trabajo científico realizado desde la Universidad Complutense de Madrid (UCM) con respecto a Las Dracónidas, una lluvia de meteoros que se estudió en su última edición del 8 de octubre de 2011. Los científicos lo relacionan con el cometa periódico 21P/Giacobini-Zinner y, tras el estudio, se demostró que los modelos teóricos eran ciertos pues el acontecimiento “tuvo lugar como se había predicho”.

COMETA 21P/GIACOBINI-ZINNER
El cometa 21P/Giacobini-Zinner genera Las Dracónidas. / DA

Las lluvias de estrellas, normalmente, se forman cuando la cola de algún cometa entran en contacto con la atmósfera. Son esos grandes eventos que los aficionados a la Astronomía disfrutan y los científicos utilizan para concretar órbitas y descubrir o confirmar la presencia de los cuerpos emisores de esas partículas. Pero, las bonitas lluvias de estrellas nos pueden dar alguna sorpresa al darnos pistas de meteoros grandes que aún no pudiéramos tener controlados y tengan en su trayecto a la Tierra.

El las jornadas de La Palma también estarán grupos potentes de investigación como es el caso del proveniente de la NASA que estudia la influencia de estos cuerpos sobre los satélites.

En el plano de la ciencia más básica, hay otros equipos de investigación que mostrarán cómo tratan de “entender” el viaje que han realizado los meteoros hasta su llegada a la Tierra. Cuando un cuerpo llega a tener contacto con el suelo y se detecta, es como si se estuviera viajando al planeta o elemento emisor del meteoro y, así, se puede investigar los elementos básicos del mismo sin tener que hacer un costoso viaje. “Es la ciencia para los científicos pobres”, bromea Francisco Ocaña quien recuerda que los meteoros marcianos o lunares son fácilmente distinguibles porque ya se han recogido muestras en estos cuerpos y se pueden comparar.

¿Llegó el agua y las bacterias a la Tierra en un meteoro? es otra de las preguntas que la ciencia trata de responder aunque hay muchas posibilidades de que así sea. Más preguntas y respuestas, en La Palma.