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Luces y sombras en Butarque

LEGANES-TENERIFE TEMPORADA 2000/2001
Encuentro de la temporada 00-01 en el que el CD Tenerife logró el ascenso en el estadio de Butarque. / DA

ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife

La historia a veces es caprichosa. El destino en fútbol suele ser juguetón y eso le pasó al Tenerife en dos de sus cinco enfrentamientos celebrados, hasta ahora, entre pepineros y chicharreros. En apenas año y medio, el Tenerife pasó del odio al amor en su corta relación con el equipo del sur de la capital de España.

Es el tramo comprendido entre diciembre de 1999 y junio de 2001. El 12 de diciembre de 1999 se producía el primer enfrentamiento en competición oficial entre Leganés y Tenerife. Hasta ese momento nunca se habían cruzado en ningún partido. Ese día, el Tenerife entrenado por Fernando Castro Santos, se presentó en el estadio de Butarque como cuarto clasificado. Venía haciendo una gran temporada, que refrendó en ese partido al acabar ganando por cero a cuatro (Barata marcó tres goles y Mista otro). Pero el partido no terminó con el pitido final de un joven Undiano Mallenco. Desde ese momento comenzó otro partido burocrático y de comités, que tardó 45 días en resolverse.

El ‘caso Jordi’

Jordi Ocaña fue titular en aquel partido. El canterano tenía sus primeras apariciones en el Tenerife y su nombre sería portada nacional a raíz de ese partido. El presidente del Leganés, en aquel entonces Jesús Polo, presentó una denuncia ante la RFEF por alineación indebida del blanquiazul. Una denuncia basada en el hecho de participar como aficionado, es decir con licencia «A» siendo mayor de 23 años.

Los comités de competición y de apelación le dieron la razón al Leganés, lo que supuso la pérdida de los tres puntos de ese partido y una campaña de descrédito del CD Tenerife a nivel nacional con enorme repercusión mediatica en los programas deportivos nocturnos de mayor audiencia. Fueron sonadas las disputas dialécticas entre el entonces presidente del Tenerife, Javier Pérez, su homónimo en el Leganés, Jesús Polo, con el periodista José María García como testigo en aquel momento en Onda Cero, al frente de SuperGarcía.

Tras una dura batalla en los despachos, el 27 de enero del año 2000 el comité español de Disciplina Deportiva decidió a favor del Tenerife: “no cabe estimar la comisión de una infracción -en este caso de alineación indebida- cuando el jugador o el club, sin mediar por su parte dolo o fraude alguno, ven amparada su actuación por una decisión federativa…”, “…después de los trámites que fueren procedentes, dicte resolución por la que estimando el recurso deje sin efecto la sanción impuesta por el Comité de Competición al CD Tenerife SAD y que es objeto del presente recurso”.

Un exultante Javier Pérez se mostraba aliviado por el contenido de dicha resolución. “Se nos ha devuelto lo que un día se nos quitó”, manifestó, agradeciendo a continuación al equipo jurídico del club el trabajo realizado: “Quiero agradecerle a todos los que han luchado por sacar esto adelante”, expresó, sobre todo “a nuestro abogado, José Domingo Gómez”.

Pasó el tiempo, y la siguiente temporada, la 2000-2001, concretamente el 17 de junio de 2001, un gol del argentino Hugo Morales le daba el ascenso a Primera División al CD Tenerife, en el mismo escenario, donde meses atrás comenzó la discordia del caso Jordi.