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Posturitas

budismo

REBECA DÍAZ-BERNARDO | Santa Cruz de Tenerife

Si eres una de los millones de chicas que tienen dificultades para alcanzar el orgasmo a través de las relaciones sexuales, este artículo es para ti. Vaya por delante que las posiciones que he encontrado, por ahora, se refieren a la penetración vaginal solo, sin excluir por ello que tu pareja sea otra mujer.

Ponte tú arriba. Casi todas las mujeres opinan que esta es la única manera de alcanzar el orgasmo durante el coito ya que la posición es genial para el posicionamiento de tu clítoris contra el hueso pélvico de tu pareja, y también porque ahí arriba tú eres la que controla velocidad, intensidad y cantidad de presión en tu zona vaginal durante el encuentro sexual. Esta postura, por otro lado, tonifica los glúteos de una manera bárbara y fortalece las rodillas, dicho sea de paso, con lo que obtienes beneficios por todos lados.

Tú abajo o lo que coloquialmente se conoce como la posición del misionero. Es la más estándar en estos días por corriente, normalita y cómoda para las mujeres porque, si lo deseamos, no tenemos que hacer absolutamente nada, si acaso arquear la espalda, lo que permite que la sangre circule de mejor forma por la región pélvica. Según algunos expertos, también puede facilitar un mayor grado de estimulación psicológica debido al estado tranquilo y relajado del cuerpo.

Desde atrás, tumbaditos. Esta posición es la más cómoda de todas las posiciones desde atrás, ya que no da lugar a dolor en las rodillas y no tienes que preocuparte acerca de las diferencias de altura porque la posición se puede ajustar fácilmente solo con separar las piernas más o menos, según convenga, y si apuntalas el estómago con algunas almohadas debajo de tu vientre, la penetración será más intensa.

Encima

Tú encima dándole la espalda a tu pareja, a esta posturita la conocen como la vaquera y es un poco impersonal e, incluso, a algunas mujeres no les gusta porque desaparece el contacto visual entre los miembros de la pareja.

Otras chicas, sin embargo, encuentran que aumenta el placer precisamente por eso ya que no tienen que preocuparse por lo que su pareja piense de su “cara de orgasmo” o de cómo gesticulan o se mueven durante el sexo. Del mismo modo que cualquier postura donde la mujer esté encima, controla la velocidad y la profundidad de penetración. Esta denominación me la he sacado yo de la manga porque no sabría cómo llamarla, pero es algo tan simple como hacer la postura del misionero, tú debajo, y en el último momento colocar una pierna sobre el hombro de tu pareja.

Esta posición es perfecta para el orgasmo, porque abre los pliegues del clítoris y de los labios, lo que también te permite usar manos o juguetes si lo deseas. De todos modos ya sabemos que la penetración vaginal no es para todas: se estima que un porcentaje del 24,1 de las mujeres tienen dificultades para alcanzar el orgasmo durante el sexo, así que no te desanimes si no puedes llegar al clímax únicamente a través de la penetración.

Si estas posturitas no funcionan contigo, seguiremos buscando y mientras tanto animo a estudiar otros métodos que sí lo sean para ti porque lo primordial es lograr tu propio placer personal.