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Rivero anima al Rey a pronunciarse cuando es el Estado el que presiona y criminaliza a las comunidades

EUROPA PRESS | Maddrid

El presidente de Canarias, Paulino Rivero, ha animado este jueves al Rey a emitir también su opinión cuando el Estado es el que “presiona” a las comunidades autónomas, se “rompe el diálogo” con los territorios o, “desde el centro”, se incrementan las “tensiones territoriales”.

Rivero se ha pronunciado de esta forma después de que Don Juan Carlos, en un mensaje publicado en la página web de la Casa del Rey, llamase a los españoles a actuar “unidos” contra la crisis, como una forma de salir de la “difícil coyuntura económica, política y social” y alertase de que “lo peor” que se puede hacer ahora es “dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas”.

“Quizá en un Estado descentralizado como el español, cuando hay una intervención de esta naturaleza defendiendo la posición de una parte, sería conveniente o no intervenir o escuchar también la opinión de la Casa Real cuando se produce una presión a las comunidades autónomas, cuando se rompe el diálogo con los territorios o cuando se incrementan tensiones territoriales desde el centro que no ayudan”, ha señalado.

El presidente canario, que ha insistido en que en el Estado debe primar un principio de lealtad institucional entre el Gobierno y las autonomías y prevalecer un principio de diálogo y respeto, ha sostenido que “el papel garante de la Constitución y del buen funcionamiento de las instituciones del Estado hay que jugarlo, pero en la doble vertiente”.

En este marco, ha criticado que el Gobierno de Mariano Rajoy ha “cometido excesos” en la “criminalización” del papel de las comunidades autónomas y las ha presentado como “el enemigo”. “Quizá, en los últimos 18 años nos encontremos en el periodo de menos diálogo del Gobierno con las comunidades autónomas”, ha advertido.

Rivero que ha recordado que el expresidente José María Aznar llegó a acuerdo “importantes” con partidos nacionalistas en el año 1996 e incluso en 2000, teniendo mayoría absoluta, mantuvo esos pactos. “Ahora ha faltado voluntad de diálogo”, ha lamentado.