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Sayonara, baby

REBECA DÍAZ-BERNARDO | Santa Cruz

El otro día leí una frase que venía a decir algo como que si tu ex te propone ser amigos tras la ruptura, es como si un secuestrador te pide mantener el contacto después de que la policía te libere… y aunque, de entrada, me hizo mucha gracia la comparación, pensado en frío me di cuenta de la similitud de ambas situaciones. Cuando una pareja se rompe, el que ha sido dejado (aparte de todo lo demás) también sufre una especie de síndrome de Estocolmo porque desea seguir en contacto como sea con esa persona aunque ya no le quiera en su vida. Porque hay que ser realistas: si alguien te deja es porque ya no te quiere en su vida.

Lo que pasa es que, actualmente, y gracias a los avances de la ciencia, hay miles de maneras de continuar ese contacto aunque sea en 2.0 porque son muchísimas las personas que estando emparejadas también han convertido sus perfiles del ciberespacio en extensiones de sus vidas privadas. En las redes sociales aparecemos como casados, en pareja, en situación especial, divorciados, y no se en las demás pero en Facebook te dan la posibilidad de especificar con quién, o contra quién, con lo cual aquello de que los amigos de mis amigos son mis amigos, en período de paz, es muy divertido y gratificante, pero en épocas de guerra y sobre todo de postguerra, se puede convertir en una auténtica pesadilla. Son muy pocas las personas que tras la ruptura sentimental también cortan todo tipo de contacto en la red, y estar ahí todo el día, porque al principio de la separación eso se hace durante horas, mirando y remirando, controlando, viendo fotos del ex y la ex pasándoselo pipa por otro lado mientras uno y una sufren en casa, no ayuda en absoluto a salir delante de la situación.

Una psicóloga de la Universidad de Brunel en Inglaterra realizó una investigación con 464 participantes, en su mayoría mujeres en edad universitaria, para evaluar su uso de Facebook en concreto y la capacidad de recuperación emocional tras una ruptura sentimental pidió respuestas a preguntas tales como “¿con qué frecuencia nos fijamos en la página de la ex pareja en Facebook?” y “¿con qué frecuencia nos fijamos en la lista de amigos que tiene en Facebook la ex pareja?” También se les pidió que calificaran su malestar actual por la ruptura, así como sus deseos sexuales persistentes y sentimientos negativos hacia el ex, incluyendo la ira, desilusión, confusión y odio. Por último, los participantes del estudio evaluaron cuánto había cambiado sus vidas como resultado de su separación e, incluso, si habían desarrollado nuevos intereses. Al analizar las respuestas, la psicóloga encontró que aquellos que andaban acechando en Facebook a su ex con más frecuencia eran los más propensos a seguir colgados en la ruptura y el abandono con una mayor angustia, teniendo sentimientos negativos, añorando a la expareja y teniendo un menor crecimiento personal.

Reconociendo que existe la necesidad de una mayor investigación, el mensaje principal de este estudio preliminar es que tratar de mantener el contacto con tu ex incluso aunque sea solo a través de Facebook se asocia con una peor recuperación emocional y menor crecimiento personal a raíz de una ruptura, por lo que por otro lado y de manera recíproca, evitar la exposición a un ex al que has dejado también puede ser el mejor remedio para ayudar a curar un corazón roto.

Así es que eso de ser amigos no puede ser la respuesta para evitar estos escollos emocionales, por mucho que digan que es mejor ir apagando poco a poco el deseo residual por tu ex, porque cuidado, en muchos casos si no están en contacto asiduo puede llevar a crear un halo de misterio seductor que haga que incluso te atraiga aún más que cuando estaban juntos.

Por lo tanto, es importante recordar siempre que cuando un jarrón se rompe, ya puedes volver a unirlo con el pegamento más transparente y más maravilloso del mundo y a primera, y hasta a segunda vista, puede que no se vea para nada ni la más ínfima grieta, pero, definitivamente, se ha roto y a la mínima que lo menees, volverá a romperse.

Con el tiempo una puede llegar a ser desde cordial a incluso una casi amiga con un ex, pero de entrada y en caliente mejor romper por lo sano y cerrar ese capítulo por completo que ya la vida se encargará de hacerte releerlo u olvidarlo para siempre.