JUAN CARLOS SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife
La Asamblea Extraordinaria de la Confederación de Jóvenes Empresarios de Canarias eligió, el pasado 4 de julio, a Jorge Ojeda como nuevo presidente de esta entidad, que agrupa a más de 120 empresas de todo el Archipiélago. MBA por ITEA, Ojeda, de 37 años, es especialista en Marketing y en Nuevas Tecnologías. Ha sido presidente de Jóvenes Empresarios de Las Palmas y actualmente es miembro de la junta directiva de la Confederación Canaria de Empresarios y de la CEOE de Santa Cruz de Tenerife.
-¿Cuál es su balance sobre la salud del sector de los jóvenes empresarios en las Islas, en estos momentos?
“En líneas generales, el momento no es bueno para nadie; menos aún para los jóvenes. Ante la falta de financiación para sacar proyectos adelante o disponer de liquidez para desarrollar los negocios ya existentes, se suma la subida de los impuestos, aunque entendemos que es necesaria por la precaria situación económica del país y la mala gestión de gobiernos anteriores. En España se paga un 6% o el 7% más en el impuesto de sociedades que la media de los países de nuestro entorno, eso nos hace menos competitivos”.
-¿Qué peculiaridades presentan las empresas de Canarias con respecto a las del resto de península?
“No existe una diferenciación importante, con excepciones cómo las que afectan al transporte por la insularidad o algunas diferencias a nivel fiscal. Desde las organizaciones empresariales hacemos una labor de pedagogía para que las empresas canarias orienten su expansión hacia su internacionalización. Tenemos una situación excepcional por la posición estratégica del Archipiélago entre los tres continentes: Europa, América y África, sobre todo con este último por cercanía, lo que convierte a Canarias en una plataforma logística real para los países del Magreb y la franja subsahariana, además de los vínculos culturales con todo el centro y sur de América”.
-España es el país de Europa donde más se tarda en poner en marcha una empresa. La agilización del proceso de creación, el asesoramiento y una ley de autónomos “moderna y competitiva” son algunas de las demandas más importantes de los jóvenes empresarios canarios. ¿Qué peso tendrán estos temas en su mandato?
“El año pasado presentamos tanto al Gobierno de Canarias como a los cabildos un documento de mejora de la productividad del tejido empresarial de las Islas, en el que se destacan medidas como la telematización de los procesos con la administración. No tiene sentido hacer ciertas gestiones con Hacienda o la Seguridad Social y luego se tenga que hacer una cola interminable para presentar físicamente y en papel los documentos relativos a la sociedad. Como ejemplo tenemos un asociado que acaba de invertir en EE.UU. y la ley le exigía operar con una sociedad americana. En 24 horas tenía la sociedad constituida. Eso en España es imposible”.
-A juicio del emprendedor, la financiación sigue siendo el principal obstáculo a la hora de poner en marcha un negocio. ¿Cuál es su valoración al respecto?
“La financiación suele ser el mayor de los obstáculos: problemas de tesorería para las empresas ya maduras o nuevos proyectos para el caso de emprendedores limitan de forma sustancial las posibilidades de subsistencia de las mismas. Ante la creciente tasa de paro que existe en Canarias (en torno al 30%), consideramos que una buena solución es el autoempleo, que permite a los jóvenes, y a los no tan jóvenes, poner en marcha sus ideas de negocio o aplicar su experiencia profesional de forma independiente para tener un futuro más o menos estable. Para eso, las administraciones deben articular los mecanismos necesarios para facilitar el crédito en forma de préstamos participativos o incluso subvencionar algunos puntos de interés de créditos”.
-¿Considera que el Gobierno de Canarias debe limitar a una cuota mínima el pago de los jóvenes trabajadores autónomos a la Seguridad Social?
“Una buena iniciativa sería que cada administración aporte en cuanto a sus competencias, disminuir la presión fiscal en general, licencias de apertura de las nuevas empresas por parte de los ayuntamientos, limitar la cuota de la seguridad social. Estas podrían ser algunas de las medidas que ayudarían a superar esta etapa de crisis”.
-La Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) es el incentivo más potente del REF. ¿Cómo afecta su uso a las jóvenes empresas canarias?
“Por parte de la organización que yo presido creemos que la RIC es una herramienta muy útil, aunque ha estado mal utilizada y aprovechada. Se debería dar una vuelta de tuerca para que sea más útil. Me trasmiten algunas empresas que la falta de liquidez les impide dotar a la RIC de ejercicios anteriores”.
-¿Pueden los esfuerzos en innovación ser un impulso a la internacionalización de las empresas?
“Como comenté anteriormente las empresas canarias deben liderar tanto la regionalización como la expansión fuera del territorio nacional. Hacemos colaboraciones con las patronales (CEOE-Tenerife y Confederación Canaria de Empresarios) y las Cámaras de Comercio para la difusión de ayudas o medidas por parte de los organismos públicos como Proexca, Agencia Canaria de Innovación, ITC, que junto a ENISA del Ministerio de Innovación e Industria impulsan estas estrategias”.
-La situación financiera de la Comunidad Autónoma es precaria. Urge cumplir con los compromisos de lucha contra el déficit pero también incentivar al sector empresarial. ¿Con qué mentalidad hay que afrontar el futuro de la región? ¿Está el tejido empresarial canario concienciado?
“Hay alguna medida del gobierno central con la que no puedo estar muy de acuerdo, la subida del IVA o IGIC o la disminución de los sueldos a los funcionarios. Esta política hace que el consumo decaiga, lo cual es perjudicial para las empresas y por tanto para la economía de las islas. Y a menos ingresos, menos inversiones. Por lo que la administración tampoco recauda, es una cadena que no permite la recuperación del tejido empresarial que tanto necesitamos”.