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Siguen sin noticias de Gregorio

GREGORIO OLIVERO - SECUESTRO VENEZUELA
Caravana para exigir la liberación de Gregorio Olivero organizada en Guatire el pasado sábado. / DORIS BARRIOS

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

“No sabemos nada desde el pasado día 15 y la preocupación es enorme entre la familia. Gregorio es una persona muy querida y por eso los amigos se han movilizado para que la policía no deje el caso en el olvido”. La que habla es Dolores, una de las hermanas de Gregorio Olivero García, el empresario tinerfeño de origen realejero que emigró con 16 años de edad en busca de una vida mejor con casi toda su familia. Encontró ese futuro como comerciante en Guatire, estado de Miranda, pero la oleada de secuestros que sufre el país americano le alcanzó en la noche del pasado día 10.

Para Dolores, que atiende a DIARIO DE AVISOS en su piso santacrucero de la avenida Tres de Mayo, “lo peor es estar de brazos cruzados, sin hacer nada, aunque la verdad es que estamos contentos de la reacción al conocerse la noticia. ¡Hasta nos ha llamado el alcalde para solidarizarse y ofrecerse!” explica esta mujer de 68 años, tres menos de los que cuenta ahora Gregorio y que se marchó con él, al igual que otro hermano (sólo quedó en Tenerife una hermana de los cuatro) y ahora pasa sus vacaciones -“como siempre que se puede”, apunta orgullosa- en la Isla.

“Aquí esperábamos a Gregorio, que iba a volar para acá el día 11 del mes que viene” recuerda, mientras reconoce que pasa el tiempo cerca del teléfono a la espera que su sobrina le dé esa buena noticia que no llega.

GREGORIO OLIVERO - SECUESTRO VENEZUELA

Según detalla, “es uno de los cuatro hijos de Gregorio el que lleva todo el asunto; está contacto con la policía y fue quien habló al principio con los secuestradores”.

Tal y como se desveló en la edición de ayer, desde el primer momento hubo contacto para exigir un rescate, pero luego llegó el silencio. Exactamente desde el sábado 15 nada de nada. Lo peor es que coincide con la fecha en la que se arrestó a tres sospechosos de pertenecer a una banda de secuestradores en un centro comercial, según la prensa local. “No sabemos nada, unos dicen una cosa y otros otra”, responde Dolores al ser cuestionada al respecto de estas informaciones. Lo único cierto es que desde el día 15 todo es incertidumbre en los hogares que conforman las familias de los hermanos Olivero.

“A él le gusta muchísimo Tenerife a pesar de lo jovencito que se fue. Gregorio siempre que puede viene, y la zona de Los Realejos le encanta”, rememora la mujer entre sollozos, a la par que envía un mensaje de esperanza.

“Ojalá que pronto esté de nuevo con nosotros sano y salvo. Todos le estamos esperando, empezando por sus once nietos”, resume Dolores Olivero.

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Apenas el 3 %

El secuestro, en Venezuela, es un negocio. De eso da fe el bajísimo porcentaje de fallecidos en estos casos registrado este año, según un informe realizado por el diario caraqueño El Nacional, en el que fuentes policiales reconocen que los maleantes saben de sobra que cuando se producen asesinatos complican extraordinariamente su futuro procesal. El esquema es ya tristemente conocido desde Canarias: tras localizar a la víctima y secuestrarle, el contacto con la familia es inmediato y en pocos días suelen estar resueltos. Lamentablemente no es el caso de Gregorio Olivero García, aunque se sigue esperando un final lo más feliz posible. Mientras tanto, este tinerfeño nacido en Los Realejos hace 71 años figura desde el pasado día 10 en la lista de secuestrados sin retornar, en la actualidad de 12 personas. Pero además de un negocio para criminales, el secuestro es una auténtica plaga en Venezuela, donde una ONG cifra en 1.150 los casos acaecidos tan sólo el año pasado.

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