YAZMINA ROZAS | Santa Cruz de Tenerife
La diputada de Nueva Canarias (NC) en el grupo parlamentario mixto, Carmen Hernández, teme que las partidas de Educación y Sanidad sufran un recorte en los presupuestos de la comunidad para 2013. Se muestra escéptica ante las consecuencias que tendrán para las Islas el haberse acogido al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), ya que cree que supone que “las cuentas públicas de Canarias las va a controlar Soria desde Madrid”.
-A pesar del reducido tamaño del grupo mixto, su actividad ha sido muy intensa en este primer año de gestión de la VIII legislatura autonómica.
“La verdad es que sí. Hemos presentado más de 700 iniciativas. Pero lo que quisiera resaltar, más que el valor numérico, aunque lo tiene porque solo somos tres diputados, es el valor cualitativo. Son iniciativas que parten de nuestros compromisos con la ciudadanía y el contacto permanente con los colectivos. Hemos intentado ser intermediarios de las iniciativas ciudadanas, que tienen muchísimas dificultades para llegar al Parlamento. En un momento, además, especialmente delicado porque hay un auténtico divorcio de la calle con la política. Nosotros queremos luchar contra eso porque entendemos que lo que falla no es la política sino la manera de entenderla de algunas organizaciones y de ponerla en práctica cuando se está en el Gobierno”.
-¿Considera que los servicios públicos están efectivamente en peligro en Canarias?
“Hay que decir que en Canarias el deterioro de los servicios públicos comenzó en 2009, cuando estaba José Manuel Soria como consejero de Hacienda. Se produjeron importantísimos recortes en 2010 y 2011 en la Educación y la Sanidad. En la Educación se han recortado aproximadamente 170 millones, y en Sanidad 470 millones. En Canarias no hemos cerrado hospitales, pero lo que sí es cierto es que las listas de espera no paran de aumentar y que hay plantas que no se han vuelto a abrir después del verano”.
-Desde NC, ¿qué aconsejan al Gobierno canario en la elaboración de los presupuestos para 2013?
“Lo que nosotros intentamos colocar, y en lo que nos quedamos bastante solos, es que corregir el déficit no solo se puede hacer reduciendo gasto sino que se puede hacer vía ingresos. Y hay dos vías claras: primero, aplicando una política fiscal progresiva en la que paguen más los que tienen más. Y, por otro lado, la persecución del fraude fiscal. Si se lograra rebajar en diez puntos el fraude, esto supondría inyectar en la economía 516 millones por la vía de las cuotas a la Seguridad Social y 1.530 millones en ingresos para Hacienda”.
Apoyamos la huelga general del 14 de noviembre, hay motivos de sobra
-En los presupuestos de 2012 no se recortó en educación y sanidad, pero ante la rebaja anunciada de más de 500 millones en la cuentas de 2013, ¿teme que afecte ya a los servicios públicos básicos?
“El Gobierno ha dicho que no lo va a hacer, pero nosotros tenemos serias dudas y lo vemos muy complicado con el actual panorama. Van a tener serias dificultades para no hacerlo con el control que van a tener de Madrid. Porque, al final, acogerse al FLA supone que las cuentas públicas de Canarias las va a controlar Soria desde Madrid, y será Madrid quien le diga a Canarias qué cosas pueda hacer y no, y en qué tendrá que recortar. Es una intervención más o menos encubierta. Nuestras enmiendas para los presupuestos de 2013 van a tener como eje prioritario que no se siga recortando en los servicios públicos esenciales”.
-¿Está NC a favor o en contra de la huelga general anunciada para el próximo 14 de noviembre?
“La valoramos y la apoyaremos en la medida de nuestras posibilidades. Hay motivos más que de sobra para una huelga general y nos parece necesario que la sociedad la siga y la apoye. Entendemos que hace falta un frente cívico unido donde esté toda la sociedad, para poder decirle al Gobierno de España que no estamos en absoluto de acuerdo con las medidas que ha aprobado”.
-¿Echa en falta una respuesta más contundente por parte de la sociedad canaria?
“Si el trato absolutamente discriminatorio que el Estado da a Canarias se diera en otras comunidades, estoy completamente segura de que la respuesta en la calle sería brutal. Sí que percibo que en Canarias la sociedad tiene cierto desánimo, desesperanza, que lleva a este inmovilismo. Nosotros llamamos a una rebelión pacífica”.