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El acusado del asesinato de la pensión Padrón niega los hechos

M. F. / EFE | Santa Cruz de Tenerife

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife inició ayer el juicio contra José Antonio L. A., acusado del asesinato de un hombre en la pensión Padrón, en Santa Cruz de Tenerife. El Ministerio Fiscal solicita para el procesado por este crimen 40 años de prisión por un delito continuado de detención ilegal, tres faltas de lesiones, tres delitos de robo con violencia e intimidación en las personas y un delito de asesinato. Por su parte, la defensa pide la libre absolución porque, en opinión del abogado, Alfonso Delgado, las pruebas son “circunstanciales”.

El cadáver de A. B. B., natural de Zaragoza y nacido en 1955, fue encontrado, en agosto de 2010, entre dos colchones, sobre los cuales había una maleta pesada y ropa, mientras que las ventanas estaban abiertas. El hallazgo se produjo cuando uno de los hijos de la propietaria de la pensión entró en la habitación, que llevaba años sin utilizarse, y encontró unos huesos que resultaron ser del cadáver que estaba entre los colchones.

Según las investigaciones, la muerte se produjo en la habitación 306 y el cadáver se trasladó a la 302, donde se encontraron cordones con sangre del fallecido, así como un bote con metadona a nombre del acusado y con restos que contienen el perfil genético de ambos. El Ministerio Fiscal indicó ayer, durante el juicio, que el acusado y el fallecido se conocieron en el albergue municipal de Santa Cruz de Tenerife a finales de 2009 y que José Antonio L. A. convenció a A. B. B. para trasladarse a la citada pensión para acceder a su dinero, ya que percibía una paga de protección familiar de 339,70 euros y otra del INSS de 624,30 euros. Desde esas fechas hasta la desaparición del ahora fallecido este fue atendido en diversas ocasiones en centros de salud porque tenía hematomas y contusiones que, según manifestaba, le causaba el ahora detenido, pero nunca hubo una denuncia ante la Policía.

Es justo en este aspecto en el que se basa la defensa para solicitar la libre absolución. El abogado, Alfonso Delgado, asegura que hasta ahora solo hay pruebas basadas en las declaraciones de los testigos y que, además, estos “no son testigos de los hechos”, sino de momentos diferentes al crimen. No obstante, la Policía, que declaró ayer, aseguró que el acusado tenía “atemorizados” a los huéspedes de la pensión.

El procesado se negó a contestar a las preguntas de la Fiscalía, pero reconoció que conocía a A.B.B., aunque aseguró que no lo mató. Es más, explicó ante el juez que le había dicho durante el interrogatorio a la Policía quién podía ser el autor del crimen. Hoy declaran los testigos y médicos forenses.