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Arruinado por Hacienda

M. FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

A Heriberto, natural de Gran Canaria y mozo de carga de una compañía aérea, se le ocurrió, hace unos cuantos años, cuando la situación económica era bien distinta, montar una pequeña empresa de reformas para obtener un dinero extra para mantener a su mujer y sus cuatro hijos. Heriberto, incluso, pudo contratar a algunos empleados y, para estar al corriente en sus obligaciones y dada su ignorancia fiscal, decide contratar a un asesor.

Pasados unos años, en 2005, recibe una notificación de la Agencia Tributaria (AET) para revisar su situación, ya que las declaraciones “no se estaban haciendo correctamente”. El método empleado por Heriberto, y elegido por su asesor, le eximía de conservar un registro de ingresos y gastos.

La AET, siguiendo la normativa, le pidió las facturas a fin de regularizar su situación, pero Heriberto, siguiendo el consejo de su asesor, solo había conservado el 30% de las mismas. Así que para Hacienda, de cada 100 euros facturados, 70 habían ido a su bolsillo.

En tan solo cuatro años, Heriberto con su pequeña empresa, habría obtenido, según la AET, 1.665.942,82 euros de beneficio, una media de 416.666.485 euros al año. Todo esto, mientras ganaba 1.500 euros como maletero en el aeropuerto de Gando. A pesar de que Heriberto demostró que su negligencia tributaria se debió únicamente a un mal asesoramiento no a la mala fe, la AET no desistió en su afán de reclamarle los 1,6 millones de euros por la “mala” contabilidad de los ejercicios de 2001 a 2004, así como 356.310 euros solo del ejercicio 2005. Fue este último año, cuando el caso de Heriberto llegó a la asociación Davide para la defensa del contribuyente, que consiguió, con su intervención, reducir la deuda de este trabajador grancanario de 356.000 euros 19.470 euros.

Según el presidente de esta asociación, José Afonso García, que trabaja para evitar los “abusos” de la administración tributaria, hay un sistema que se denomina “estimación indirecta” que se suele utilizar en los casos como el de Heriberto y que está pensado para cuando un contribuyente investigado adolece de justificantes que permitan conocer su situación tributaria. Este método fue aceptado para ajustar las deudas del ejercicio 2005 que pasó de 356.310,08 euros a 19.470,85, gracias a la estimación requerida por la asociación. “Demostramos”, explicó Afonso, “que los cálculos eran disparatados y completamente irreales y que, dado que había ausencia de mala fe, primaba la aplicación de nuestro método”. “No se puede admitir”, prosigue, “que se calcule una deuda en un ejercicio en el 7% y en otros sea del 70%, además sobre los mismos hechos”.

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Imagen de archivo de un ciudadano atendido por una funcionaria. / DA

De por vida

La asociación plantea ahora que la agencia corrija este “error” de las resoluciones anteriores, las correspondientes a los ejercicios de 2001 a 2004, que han dejado a Heriberto con una deuda de 1.076.029 euros más los intereses. El caso está recurrido en la Audiencia Nacional a la espera de resolución, aunque Afonso asegura que con “la buena voluntad y sensibilidad” de la administración tributaria “se podrían revocar las decisiones de los ejercicios anteriores”.

Según explicó el presidente de la asociación Davide, de no prosperar esta resolución, “Heriberto perderá su casa y tendrá que hacer frente, el resto de su vida, a una deuda que jamás podrá pagar y que lo ha arruinado deliberadamente”.

Ciertamente, según resalta Afonso, “Hacienda no es culpable de que Heriberto no llevara bien sus cuentas y de que le tocara un mal asesor fiscal”, que se ha eximido de toda responsabilidad, pero “no hace falta ser un lince para saber en que situación de desamparo y desesperación quedaba Heriberto al exigirle lo que le exigen”.

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La asociación

El caso de Heriberto, por desgracia, no es el único que llega a manos de la asociación. José Afonso, su presidente, señala que los “abusos” de la administración suelen ser frecuentes, a pesar de que muchos de ellos se producen por ignorancia del propio declarante. Por experiencia, afirma Afonso, los organismos públicos para la defensa del contribuyente “funcionan mal, cuando funcionan”. De ahí, surgió hace unos años la idea de unirse con otros asesores fiscales con experiencia para crear esta asociación para defender las arbitrariedades que se cometen a diario en las administraciones tributarias. De hecho, Davide ha llevado varios casos a la justicia con éxito. Su dirección de internet y contacto es www.asociacióndavide.es

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