D. Sanz | Santa Cruz de La Palma
La llegada a la Isla la semana pasada de un contenedor con uvas que viajaban con el insecto conocido como tijereta ha despertado una gran polémica, en la que el Consejo Regulador de Vinos de La Palma ha puesto el grito en el cielo por el “serio y grave peligro que corren los viñedos ante la importación sin control de uva”, algo que aseguran que se podría evitar con las medidas oportunas de restricción, prohibición y control”.
El Consejo temía que, una vez fumigado el contenedor, la uva se quedara en La Palma. No obstante, según confirmó a DIARIO DE AVISOS el director insular de la Administración del Estado, Miguel Ángel Morcuende, el contenedor fue devuelto a su lugar de origen, Ávila, por parte de los empresarios que lo trajeron.
Con ello queda despejada al menos parte de la preocupación que expresaba el Consejo Regulador, a la hora de querer saber el destino de esa uva, que confiaban que no se dirigiera a vinificación, puesto que la uva ha sido tratada con un insecticida. Los productores de la Denominación de Origen recuerdan que “este tipo de elaboraciones con uva que entra por el muelle son destinadas para la realización de vinos de mesa que no se someten a rigurosos controles analíticos, como sí se hace con los nuestros”.
La preocupación del sector está justificada porque el año pasado, según recuerdan, “se estaba importando uva de zonas afectadas por la polilla del racimo, una plaga muy virulenta con los cultivos, y este año venía infectado de tijereta”. Recuerdan que “son múltiples y muy numerosos los ejemplos de plagas y enfermedades que han entrado en el campo palmero”.
[apunte]Cierre a la filoxera
El Consejo Regulador demanda que “se prohíba tajantemente, por razones fitosanitarias, la entrada de uva de zonas afectadas por la filoxera”. Indican como precedente a este caso que la importación de frutas tropicales a Canarias está prohibida por razones fitosanitarias. Lamentan que, “año tras año, ocurre lo mismo”: entra uva de fuera poniendo en riesgo las producciones locales”. Si bien, “hasta la fecha”, los viñedos insulares siguen estando libres del ataque de la filoxera, plaga proveniente de América, que arrasó todo el viñedo europeo a finales del siglo XIX, por lo que consideran necesario extremar las precauciones. “Se podría decir que en un importante porcentaje las cepas de la isla de La Palma tienen edades superiores a los cuarenta años y, en el caso del malvasía, podríamos hablar de cepas de más de cien años de antigüedad”. De ahí que insistan en que la entrada de uva foránea en la isla de La Palma puede acarrear graves e importantes problemas fitosanitarios, “pudiendo ser la consecuencia del final de la viticultura insular”.[/apunte]