a toda máquina>

Digestión y paisaje> Por Román Delgado

Lo imperdonable de todo esto no es el llamado rescate de Canarias por unos cientos de millones de euros, por 756 y algo más, para así “evitar la suspensión de pagos”, que dijo bien ayer el ministro José Manuel Soria desde Las Palmas, en uno de sus habituales desayunos de lunes (con leche y gofio de cinco cereales, la fuerza de su ataque verbal) y antes de tomar rumbo aéreo a la Peni. Bien es verdad que con una jornada de antelación, el domingo, Rivero, en su semanario habitual (blog), suele ponerle la pieza a tiro, y así se encadenan, salvo en las vacaciones de agosto, domingos y lunes que son siempre los mismos y que garabatean el paisaje del desierto y de la estulticia, palabra, por cierto, que en su día utilizó Elfidio Alonso para dirigirse, cabreado, al pueblo y, claro, se equivocó, que el pueblo no lo entendió sin antes tener que acudir al diccionario. Entonces evitó decir zoquete. Hizo el ridículo. Lo peor no es aquello ni eso ni esto: lo peor es el paisaje que esta crisis de larga duración deja en la calle, en la ciudad, en el campo, por fuera de una iglesia, en plazas y esquinas, en los semáforos con coches parados por mandato del rojo y con las ventanillas bien hasta arriba… Esta crisis nos ha cambiado el paisaje y hemos tenido que desarrollar en nuestros estómagos enzimas especiales para hacer la nueva digestión, mucho más pesada. Lo peor es el paisaje; este paisaje sin agua para mojar los labios que no todos quieren ver y que, día tras día, penetra y transforma de manera radical, en cosa de segundos. Y así a más y más gente, hasta que se repite otro lunes sin desayuno copioso y se escucha en las ondas a Soria, aún sin partir, que rebate a Rivero sobre algo del domingo que de poco sirve para cambiar el color y el dibujo de este paisaje reemplazado… Y poco a poco nos adaptamos a esta broma pesada, que es como (y lo dijo Carlos Varela en una bella canción) “mojar el pan en el plato vacío…, salir a la calle y llegar al muro… donde empieza el mar”. Quizá la única esperanza.

@gromandelgadog