Ya lo dije en un artículo anterior: me resisto a escribir de politiqueos, peleas o desgracias. En este momento, a la gente hay que inyectarle optimismo para superar estos tiempos de crisis y penas que nos ha tocado sufrir. Y, por suerte, tenemos alguna que otra buena noticia que celebrar en esta bendita Isla, que desde ahora puede presumir de tener tres municipios universitarios. “No es esa cosa baladí”, como diría el amigo y maestro Salvador García. La oferta de nuestra histórica Universidad de La Laguna se complementa desde el inicio del presente curso con el Grado de Turismo de la propia ULL en Adeje, y con la Universidad Europea de Canarias (UEC), con sede en La Orotava. Dos villas universitarias. Si existe una inversión fundamental para cualquier sociedad moderna es la que se realiza en educación, en la formación de las generaciones futuras. No puede haber mayor garantía de progreso. Es sorprendente que en medio de la actual plaga de recortes que merma los servicios públicos, hayan podido fructificar estos dos importante proyectos educativos. El de Adeje es fruto de la buena y larga colaboración entre el Ayuntamiento y la Universidad de La Laguna que han consolidado los cursos de verano como una oferta de calidad y de interés. La universidad de La Orotava, por su parte, privada pero de indudable interés general, es un sueño hecho realidad gracias a la determinación del alcalde Isaac Valencia quien, tras fracasar en su intento de desarrollar el Rincón con fines turísticos, ha encontrado en la alternativa de la UEC el potente motor económico que necesita La Orotava para aspirar a mayores cotas de prosperidad. Si la iniciativa funciona todo el Valle saldrá beneficiado económica y culturalmente, y también el Norte de la Isla, necesitado de proyectos estratégicos, ya sean públicos o privados, capaces de activar sinergias dinamizadoras que saquen la comarca del estancamiento en el que se encuentra. Este es el camino: más educación y menos cemento.