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El ‘efecto Syriza’ llegó a Galicia – Por Ignacio González Santiago

El PP ganó las elecciones en Galicia por mayoría absoluta, como estaba previsto. Los populares mejoraron incluso sus anteriores resultados del 2009, ya de por sí excelentes, pasando de 38 a 41 escaños.

Sin embargo, bajaron en porcentaje y número de votos, del 46,7% al 45,7% y de 789.427 a 653.934, 135.493 votos menos respecto a las anteriores elecciones.

Por tanto, el actual presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, a pesar de subir en número de diputados, obtuvo el peor resultado electoral del PP desde 1993. Aunque eso no debe ser ningún consuelo para el PSOE, que perdió siete diputados y se quedó sólo con 18.

Ni tampoco para el BNG, que perdió cinco, reduciendo su representación a siete, por detrás de Alternativa Galega de Esquerda, AGE, que alcanzó nueve.

La gran sorpresa de la jornada electoral fue la irrupción de AGE, liderada por Xosé Manuel Beiras, en el Parlamento de Galicia, ya que se convirtió de golpe y porrazo para el resto de las formaciones políticas que concurrieron a las elecciones en el tercer gran partido de Galicia.

Y todo eso, once años después de la marcha de Beiras de la primera línea política. El espectacular ascenso de AGE representa la radicalización del nacionalismo gallego de izquierdas y el fracaso del PSOE y el BNG, ya que se nutrió de sus anteriores electorados. Algo parecido a lo que ocurrió en Grecia y que se llamó el efecto Syriza.

En junio pasado, el joven populista Alexis Tsipras estuvo a punto de convertir a una coalición de formaciones de izquierda radical, Syriza, en la más votada en las elecciones griegas, logrando casi el 27 por ciento de los votos.

El conocido desde entonces como el efecto Syriza se produce cuando en un sistema de representación parlamentaria tradicionalmente dominado por dos grandes partidos, uno liberal-conservador (centro-derecha) y otro social-demócrata (centro-izquierda), surge una fuerza electoral de izquierda radical con un discurso popular que supera al centro-izquierda como alternativa electoral. En Galicia, se notó el efecto Syriza. AGE captó gran parte del electorado del partido PSOE y de los nacionalistas del BNG.

Lo paradójico del caso es que ha sido el mismo PSOE quien ha espoleado abiertamente los movimientos ciudadanos antisistema 15 M, DemocraciaRealYa e Indignados, entre otros, que al final le han asestado un golpe electoral mortal.

Y era lógico que pasara, ya que la gente se radicaliza en épocas de crisis, y por eso muchos votantes anteriores del PSOE se fugaron hacia la extrema izquierda más populista, que en Galicia se llama AGE.

El fracaso de la estrategia equivocada del PSOE en toda España ha insuflado nuevos bríos a una moribunda IU, reinventada mil veces desde la caída del comunismo, ahora disfrazada de movimientos ciudadanos antisistema, que como Syriza está intentando aglutinar a las fuerzas de izquierda radical en todas las comunidades autónomas, a costa del mismo partido PSOE.

Eso y la absoluta falta de liderazgo de Rubalcaba, incapaz de aprovechar el desgaste del PP y la consecuente debilidad de Rajoy que, al menos, en Galicia salió reforzado.

*PRESIDENTE FEDERAL DEL CCN, ABOGADO, ECONOMISTA, MBA Y DIPUTADO EN EL PARLAMENTO DE CANARIAS | @ignaciogonsan