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Gente ‘i más’ gente> Por Blanca Delia García

Cuando llegué creí que no iba a aprenderme sus nombres. María, Mónica, Marcela, Cristina, Lucía, Yayi, Antonio, Juan, Rodrigo, Maxi, Belén, Cande, Lourdes, Macu, Ana, Enrique, Paula, Paulova, Mariel, Malores, Cristo, Pedro, Rosa, Isabel, Pili, Ángeles, Marisa, Ruth, David, Agustín, Dulce, Juan Carlos, Consuelo… Gente y más gente en un edificio de la calle San Pedro Alcántara, por la que no recordaba haber pasado, o si lo hice no llamó mi atención.

Nada que destacar en esa transversal de la calle del Castillo, al menos hasta entonces, porque ahora si hay algo que debe ser subrayado, o más bien alguien, un alguien formado por la suma de trabajadores -muchos más de los que puedo citar- cuya misión es ayudar a quien lo necesita.

La gente que trabaja en el IMAS (Instituto Municipal de Atención Social) del Ayuntamiento de Santa Cruz es gente diez, y no se trata de una simple repetición de aquel eslogan que un día promocionó la Isla, sino de hacer justicia al equipo agrupado bajo estas siglas.
Seguramente habrá quien no esté de acuerdo, especialmente los beneficiarios de prestaciones, a los que el tiempo que tardan les parecerá eterno, pero la labor de estos compañeros y compañeras, además de su calidad humana, es sobresaliente.

Desde el grupo de mayores al que trabaja con los pequeños; desde técnicos de programas a trabajadores sociales, auxiliares administrativos o educadores, responsables de negociado o jefes de servicio, y sin excluir al personal directivo, los Asuntos Sociales forman una gran familia digna de reconocimiento.

Esta gente IMAS, ubicada también en las siete UTS (Unidades de Trabajo Social) del municipio, es la que escucha y valora necesidades, abre y resuelve expedientes que se convierten en PEAS (Prestaciones Económicas de Asistencia Social), trámites para la PCI (Prestación Canaria de Inserción) y subvenciones que permiten afrontar situaciones precarias en momentos puntuales. Se promueve también formación, integración, lucha contra prácticas nocivas, apoyo a víctimas y personas sin hogar… El IMAS, en el que además se integra el Albergue, hoy Centro Municipal de Acogida, es lo más del Ayuntamiento.

No se trata de desmerecer ningún departamento local, pero sí de elevar al lugar que les corresponde a esas personas cuyo esfuerzo es realmente importante, y de las que, en consecuencia y en ocho meses de trabajo, he aprendido muchas, muchas cosas.
Gracias y hasta siempre, gente IMAS.