La respuesta del público volvió a ser espectacular para estar al lado de Ibrahim. / FOTOS: FRAN PALLERO

JUAN S. SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife

Ibrahim López saldó su deuda personal con todas y cada una de las personas que le ofrecieron su respaldo en el trayecto hacia el Campeonato de España. Anoche conquistó el título nacional del peso crucero venciendo por KO al balear Luis Rodríguez en un pabellón Pancho Camurria volcado con el fenomenal fajador de Candelaria.

Había en el ambiente una duda. El tinerfeño sólo había pasado una vez del cuarto asalto y lo hizo para vencer por abandono a Luis Terreros. El balear tenía dos combates completados a la misma distancia que el de anoche, 10 asaltos. Ibrahim quiso despejar cualquier tipo de sospecha desde el principio. Había entrenado para tener el tanque de gasolina lleno y mantener una buena cantidad en la reserva y tuvo que echar mano de ella.

Ibrahim estuvo bien respaldado desde la primera fila por su jefe, Sergio Maravilla Martínez, que encabezó el nutrido grupo de personalidades que asistieron a la velada y donde Efraín Medina quiso evitar el protagonismo después de ser el principal impulsor de la velada.

En el primer asalto Luis Rodríguez salió a poner en práctica su táctica. Había avisado en la previa de que vendería cara su derrota y lo hizo. Su idea era dejar pasar los primeros asaltos sin ceder renta en las cartulinas y alargar el combate hasta llegar al límite donde, teóricamente, debería imponer su mejor condición física.

Ibrahim fue mejor en este primer episodio pero en el segundo la pelea pudo cambiar cuando se fue a la lona después de una contra que le conectó Rodríguez. El candelariero se levantó enteró, aguantó el aluvión de su rival que aceleró en busca del KO.

El púgil local terminó el asalto como los campeones, conectando varias manos durísimas sobre el rostro de un Rodríguez que había dado muestras de ser un grandísimo encajador.

El fajador local le dio la vuelta a las cartulinas en los asaltos posteriores siguió concentrado con algún despiste defensivo pero conectó los mejores golpes en cantidad y calidad. El árbitro que le había quitado un punto al balear por repetir golpes bajos en el quinto asalto niveló esta faceta en el séptimo al quitarle otro tanto a Ibrahim por un cabezazo.

El combate cobró tintes épicos en el octavo episodio. Luis Rodríguez, sabiendo su desventaja a los puntos, intentó igualar la pelea llevando la iniciativa y justo en su mejor momento, y con Ibrahim refugiado en las cuerdas, recibió una serie a la contra que culminó con un crochet de izquierda devastador, absolutamente fulminante e hizo explotar de júbilo el Pabellón Pancho Camurria.

El nuevo campeón de España reconoció tras el combate que estaba viviendo “el día más feliz” de su carrera deportiva. “Es el premio a un enorme trabajo realizado por todos, desde la promotora hasta los miembros de mi equipo pasando por mi familia y mis amigos y también a Efraín Medina que ha hecho posible esta velada. Este título se lo dedico a todos ellos”.

El otro cinturón que estaba en juego anoche se lo llevó Iván Quiet Man Ruiz. El zurdo madrileño estuvo a la altura de las circunstancias y demostró por qué está considerado como uno de los mejores boxeadores nacionales dentro del peso gallo.

Venció en el primer asalto a Lahcene Zemmouri después de alcanzarle con una mano al hígado de la que el argelino no se recuperó.