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Islas Airways canceló ayer el 38% de sus operaciones

ISLAS AIRWAYS AVION
Avión de la aerolínea Islas, en pleno vuelo. / DA

EUROPA PRESS-DA | Santa Cruz de Tenerife

La compañía aérea Islas Airways canceló ayer 27 de las 71 conexiones que debía hacer en el Archipiélago, lo que significa el 38% de sus operaciones, según informó Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Los aeropuertos más afectados por las cancelaciones de la aerolínea canaria fueron Tenerife Norte, donde se suspendieron nueve conexiones de las que estaban programados, y Gran Canaria, con seis cancelaciones.

El resto de aeropuertos afectados fueron los de Lanzarote, Fuerteventura y la isla de La Palma, donde la compañía aérea canceló cuatro operaciones en cada uno de ellos, lo que hizo un total de 12.

Desde el pasado martes, Islas Airways ha cancelado alrededor de 90 operaciones como consecuencia de la baja de una parte de sus pilotos, que no han acudido a su puesto de trabajo alegando enfermedad. La compañía adeuda a su plantilla el pago de tres nóminas como consecuencia de las dificultades económicas que atraviesa la empresa, una circunstancia que desde la aerolínea se achaca, entre otras razones, a los ocho millones de euros que le adeuda el Ministerio de Fomento por la subvención del 50% en el precio de los billetes.

Por ello, la compañía que dirige Miguel Concepción, máximo accionista del Club Deportivo Tenerife, piensa cerrar a partir de mañana, lunes, para volver a reanudar su actividad unas semanas más tarde, con menos aviones y menos personal, para así no perder la licencia de vuelo que da Aviación Civil.

El pasado viernes, la compañía suspendió 32 vuelos vuelos de los 77 que tenía programados. Los aeropuertos más afectados fueron Tenerife Norte -10 operaciones- y el de Lanzarote -8 operaciones-, mientras que en la jornada del jueves, la compañía volvió a cancelar operaciones, con al menos 22 de las 44 que tenía previsto realizar en Canarias, lo que significó fallar en el 50% de la programación, según informó AENA. Tal y como pudo saber este periódico, la suspensión de muchas de las operaciones se debió más a la bajísima ocupación que a la inexistencia de tripulación.