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Lector> Por Perplejita me hallo

Hola, ¿qué tal? Perdona que te moleste, soy el lector. Me he bajado al kiosko un momento, y junto al pan y un paquete de chicles me he comprado tu periódico, y… Bueno, no sé cómo decirte esto, es un poco violento. No me tomes a mal, por favor.

No me interesan tus peleas con otras cabeceras o medios, la verdad es que me dan igual. En realidad, no soporto leerte cuando hablas de ti mismo, que lo haces casi todos los días. Qué bueno soy yo y qué malos los demás. En serio, si quieres rajarle las tripas a la competencia, vete y hazlo, pero no me lo cuentes.

Me aburres. No me compro tu periódico para eso.

Tampoco tengo el menor interés en tus temas personales, que si haces hoy 15 años con tu señora, o lo que te pasó el otro día bajando por la autopista, o qué distinto era Santa Cruz hace doscientos años, cuando tú eras un pequeño chavalín con canas. Es que como no te conozco, pues las cosas de tu vida me dan bastante igual, la verdad. Tu cotidianidad es un tema que no me atañe, nunca he entendido por qué me lo cuentas.

Y si aún así insistes en abordar estos temas (oye, allá tú), pues hazme el favor de al menos presentármelo de una manera agradable a la vista, a mi humilde cerebro de lector. Es que me gasto un dinerillo en el periódico y no sé, esperaba otra cosa. Análisis de la situación política, económica y social, por ejemplo, escrito con un poco de gusto.

De nuevo, disculpas si he ofendido a alguien, y gracias por leerme.