GABRIELA GULESSERIAN | Tacoronte

Todo Agua García quería a doña Corina, ya fallecida, y ayer se lo demostró. La mujer que abrió la primera casa de comidas en la zona alta de Tacoronte y que fue la promotora de la cocina canaria tradicional en la zona, recibió un reconocimiento en el barrio que la vio nacer. De hecho, la tradición culinaria de la mayor parte de los restaurantes del lugar se lo deben a ella.

Corina Peña Rodríguez comenzó su negocio casi por casualidad. Se quedó viuda muy joven y tuvo que buscar recursos para mantener a sus cuatro hijos. En los años 40 empezó con una venta en la que tenía “absolutamente de todo”, según sus allegados, y allí fue donde comenzó a asar carne y luego a preparar comidas más elaboradas que no sólo ofrecía a los vecinos sino a las personas que venían de otros lugares de la Isla, como Santa Cruz, y hacían una parada obligatoria en su casa con el fin de degustar sus manjares que disfrutaban en la calle, bajo una arboleda de ciruelos y pasaban allí el día. También acudían muchos de los hombres que asistían a las tradicionales luchadas del barrio en el terreno ubicado justo al lado de su casa.

Con el tiempo, su fama se expandió hasta el punto de que el campo de lucha desapareció y dio lugar a una casa de comidas, algo similar a lo que actualmente se conoce como un guachinche.

La gente del lugar recuerda ir a comer desde carne asada hasta garbanzas, pescado con papas o arroz amarillo al “merendero de doña Corina”, como la conocían en el barrio, donde también vendía el queso y los dulces que ella misma fabricaba de forma diferente a los demás. Entre otras cosas, por la escasez de algunos ingredientes, como la mantequilla. Sin embargo, la maña de Corina hizo que los sustituyera por manteca y en lugar de levadura empleaba bicarbonato.

El resultado final era una especie de buñuelo que se pudo degustar ayer durante un emotivo reconocimiento que se le hizo a una reina de los fogones en la plaza de Agua García, donde su hija, Virgilia, visiblemente emocionada, agradeció al Ayuntamiento el recuerdo de su madre. También, la primera ruta de la Tapa de Agua García y Barranco Las Lajas que comenzó el martes y se prolongará hasta el día 21, lleva el nombre la cocina de Corina.

MUY HABILIDOSA

Algunas de estas recetas se lograron recuperar gracias a la ayuda de su hija, sus nietos, un repostero y el club de minichef del barrio, que se pusieron manos a la obra y se encargaron de las preparaciones.

Pero además, los que la conocían comentaron que “era muy habilidosa”, ya que también confeccionaba muñecas de cartón que luego vestía y regalaba a las niñas y flores de lata. Incluso, hubo mujeres que acudieron al homenaje que aseguraron que también “era una especie de matrona, dado que ayudó a nacer a muchos niños”.

Con el tiempo, y debido al éxito que había alcanzado esta mujer emprendedora y a que su negocio era muy rentable, muchas familias del entorno siguieron sus pasos puesto que una época muy dura en la que una casa de comidas era la única alternativa que tenían para salir de la crisis.

En este sentido, el alcalde de Tacoronte, Álvaro Dávila, subrayó que Agua García le debe mucho a Corina Peña, ya que es conocido por su gastronomía y ella ha sido su principal impulsora. Es más, casi sin quererlo, cambió el futuro del barrio.