El sistema educativo público > ante la encrucijada de la crisis

“Nuestros hijos no son recortables”

ESTUDIANTES POR LAS VIAS DEL TRANVIA
Los estudiantes cortaron la Línea 1 durante una hora. | VICENTE PÉREZ

EFE | Madrid

“Nuestros hijos no son recortables” o “a mi ya no me pueden recortar más” son algunas de las frases repetidas por los padres y madres que hoy han decidido no enviar a sus hijos al colegio en protesta por los recortes en la educación y la reforma educativa.

Familias de toda España han respondido al llamamiento de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (CEAPA), mayoritaria en la escuela pública, y que por primera vez en su historia ha convocado una huelga.

En el espacio público Campo de la Cebada, en el distrito madrileño de La Latina, algunos niños pasan la jornada entre canciones, toboganes, música y juegos, acompañados por padres que no han ido a trabajar y, en algunos casos, por sus abuelos, que se hacen cargo de ellos.

Una de esas madres es Elena, para quien la situación es “muy injusta”, porque “cada vez estamos pagando más y cada vez hay menos servicios”.

“A mi ya no me pueden recortar nada más”, ha asegurado esta madre de tres hijos, que estudian en el Colegio La Paloma y en el instituto de secundaria San Isidro.

“Vives en una angustia constante y lo que le estamos transmitiendo a nuestros hijos es eso, porque en todas las conversaciones oyes hablar de los recortes, de la crisis, de gente que se queda sin trabajo y al final vamos a tener una generación de niños desesperanzados y descreídos”.

Otra madre, Silvia, ha asegurado que toda la comunidad educativa está en contra de las políticas del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y ha denunciado que “los presupuestos que se les están recortando a la escuela pública los están desviando a los colegios privados”.

Para Silvia, hay que “parar una ley que nos va a llevar atrás cincuenta años y a algo desconocido, porque la mayoría de médicos, profesores o arquitectos somos hijos de trabajadores, que hemos podido estudiar gracias a un sistema de becas que había en España en los años ochenta, noventa y dos mil”.

Esta profesora de instituto interina, que ya no cobra en verano, y su pareja, catedrático de universidad, dicen no tener la seguridad de poder dar estudios a sus hijos, fuera de la enseñanza obligatoria.

“¿Cree el ministro que en este país sobran enfermeras o arquitectos?” pregunta Silvia.

Madre de un universitario y de dos mellizos que cursan educación infantil, ha asegurado que en este ciclo educativo “se ha aumentado muchísimo la ratio y los niños están prácticamente hacinados”.

Un abuelo de dos mellizas de tres años y medio que acompaña a su familia en este día de huelga asegura que a los niños hay que darles un mejor futuro, más conocimientos y más educación.

“Por eso estoy aquí”, señala Alfonso, quien esta tarde irá a la manifestación convocada también por la CEAPA y que recorrerá las calles de Madrid, desde la Plaza de Neptuno hasta las puertas del Ministerio de Educación, en la calle de Alcalá.

Ángel también tiene nietos, en concreto tres, de los que se ha hecho cargo porque los padres han tenido que ir a trabajar.

El hecho de que muchos padres no hayan podido ausentarse de sus puestos de trabajo convierte esta jornada en el día del abuelo. Aunque como dice Ángel “hay muchos días del abuelo”.

Jaime, de 14 años, estudiante de 4º curso de la ESO en el Instituto San Isidro de Madrid, ha hecho huelga “con el permiso” de sus padres.

Este chaval ha acudido a primera hora al centro para hacer un examen que no quería perderse y posteriormente se ha sumado a la convocatoria.

“Los profesores están de acuerdo con nosotros”, ha asegurado.