salud >

Organizar el tiempo, el otro reto del desempleado

Ansiedad
Organizar el tiempo, es un reto para los desempleados. / DA

EFE | Madrid

Aprovechar la situación de desempleo para formarse y actualizarse profesionalmente, para buscar otras salidas laborales o para ayudar a otros en peor situación, son algunas de las opciones mayoritarias de las personas afectadas por expedientes de regulación de empleo (ERE) para evitar situaciones de ansiedad y angustia.

“La gente dispone de más tiempo y hay personas que saben organizar bien ese tiempo y se adaptan a las nuevas circunstancias con facilidad, y otras, que son la mayoría, tardan meses en planificar su vida”, explica a Efe el psicólogo de trabajo Julio César Díaz, quien constata el aumento de personas con ansiedad e inquietud que reclaman ayuda para superar las nuevas situaciones.

El número de afectados totales por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) -que en ocasiones suponen reducciones de jornada laboral y prejubilaciones- ha aumentado un 55 por ciento en los primeros siete meses del año respecto al mismo periodo de 2011 y la lista de desempleo ha sumado 79.645 personas tras la campaña de verano.

“La pérdida de empleo ante la crisis supone un replanteamiento existencial de lo que eres y de lo que supone para los que están contigo, y todo eso hay que hacerlo desde la humildad; si uno no logra entrenarse para sobrellevarlo puede crear problemas de soledad y fatalismo, porque nuestra cultura previa de tanto éxito y de que todo iba sobre ruedas no facilita esas pautas de entrenamiento”, advierte el experto.

Aprender o mejorar idiomas, realizar cursos de especialización y doctorados o dedicar el tiempo libre a ejercer el voluntariado son algunos de los propósitos que se han planteado afectados por regulaciones de empleo, con reducciones de jornada y prejubilaciones, consultados por Efe.

“Los miedos futuros a una continuidad en el empleo hacen que sean frágiles, vulnerables y dependientes, y la solución pasa por establecer pautas o rutinas de vida, hacer deporte, salir con una cierta organización y buscar apoyos en redes sociales, en la familia o en un centro que ayude a reflexionar lo que vale cada uno para adaptar la autoestima del trabajo”, expone el especialista.

Propone buscar ayuda en grupos de encuentro de personas que pasan por situaciones similares y aprender de los éxitos de gente cercana, “que no sean ‘superestrellas'”.

“Hay que aprender a respirar, a moverse elevando el cuerpo o a dar paseos mirando los árboles, porque la solución está en el individuo como persona”, afirma el psicólogo, quien defiende que “más que dar consejos hay que hacerse preguntas sobre uno mismo y descubrir la solución que hay en cada ser humano”.

En España existen actualmente 4.300.000 voluntarios, un 20 por ciento más que en el último año, debido probablemente a que el aumento de la nuevas necesidades sociales como consecuencia de la crisis está despertando la solidaridad de los ciudadanos, explican desde la Plataforma del Voluntariado, que agrupa a las principales organizaciones.

El responsable de voluntariado de Cruz Roja, Carlos Capataz, destaca que está aumentando el tiempo que dedican los voluntarios a estas tareas solidarias cada semana y también la permanencia en la ONG.

“La media a nivel estatal de la permanencia en las organizaciones es de cuatro años; en el caso de Cruz Roja llega a los seis años”, señala a Efe.

La tarea del voluntariado requiere ciertas pautas, recuerda, porque cuando se convive con ciertas situaciones de vulnerabilidad, “hay que estar muy fuerte para enfrentarlas y tener mucha prudencia y equilibrio”.

“Es cierto que muchos voluntarios aseguran que reciben mucho más de lo que ellos dan, porque ese trabajo les aporta socialización y un reconocimiento”, concluye.