DA2> salud y belleza

Ponte firme… en la oficina

Por Verónica Chinea

El ser humano pasa la mitad de su vida arruinando la salud y la otra mitad intentando restablecerla”. Esta frase de Joseph Leonard resume mucho la realidad de muchas personas. Si tomamos conciencia de nuestro cuerpo, de cómo nos movemos, de la manera en que tratamos nuestras articulaciones y músculos y si nos cuidamos, evitaremos muchas molestias y pequeños problemas que, a la larga, pueden derivar en daños irreversibles.

Conseguiremos así jornadas laborales más productivas y armoniosas. Sintiéndonos las dueñas de nuestro espacio, un lugar donde aprendamos a movernos con comodidad, seguridad y equilibrio.

No te dejes llevar por la falta de tiempo, el estrés o por la tensión del día a día. Recuerda que también somos cuerpo y que lo tenemos que cuidar para que se conserve fuerte y joven. Una postura corporal correcta no solo es una cuestión de estética, pues de ella va a depender nuestra calidad de vida. Las malas posturas pueden ocasionar dolencias crónicas musculares, dolores de cabeza, fatiga, insomnio, etc… por eso hay que aplicar una educación postural a los hábitos diarios.

La zona de nuestro cuerpo más susceptible al dolor debido a una mala posición al trabajar es nuestra espalda. Por ello, hay que prestar atención a los accesorios y a las herramientas de trabajo, pues es importante revisarlas para evitar posibles lesiones. Ese maxibolso que tanto nos gusta llenar de cosas innecesarias produce sobrecarga en los trapecios y descompensación de la columna vertebral, causando en ocasiones adormecimiento de los dedos, dolores de cabeza e, incluso, contracturas musculares. También la forma en la que utilizamos el teléfono, sujetándolo con el hombro mientras escribimos provoca contracturas cervicales y dorsales. Estos son solo algunos malos hábitos que, con poco esfuerzo, al corregirlos podríamos prevenir futuras lesiones de espalda.

Algunos consejos que con toda probabilidad te ayudarán a evitar dolores por malos hábitos en la oficina son:
1) Levántate de la silla cada 30 minutos para estirar los brazos y caminar un poco. El cuerpo no está diseñado para sentarse durante largos períodos de tiempo ya que los músculos se cansan.

2) Los pies deben estar apoyados sobre el suelo. Si los pies no te llegan al suelo compra un reposapiés. Las rodillas al estar sentados deben estar un poco por encima de la altura de las caderas, para evitar la presión debajo de las rodillas con el borde de la silla, así no afectará a nuestra circulación sanguínea.

3) Elimina obstáculos. Debes quitar todos esos objetos que tienes debajo de la mesa y que te hacen colocar tus pies y tus piernas de una manera diferente a lo normal.

4) Monitor y teclado perfectamente colocados, la parte superior de la pantalla del monitor debe estar aproximadamente a nivel de los ojos para evitar forzar el cuello. Lo normal son 45 y 65 cm y enfrente de ti.

5) Utiliza un manos libres si vas a estar más de la mitad del tiempo hablando por teléfono. La postura puede ser muy dañina si además tienes que apuntar cosas mientras hablas.

6) Cambia el maletín o maxibolso del brazo a menudo y aligera la carga. Nunca debería sobrepasar el 10% de nuestro peso corporal.

La principal recomendación para evitar el dolor de espalda es abandonar el sedentarismo, haciendo ejercicio físico y fortaleciendo los músculos. Pues el dolor aparece en muchas ocasiones debido a una falta de balance entre la musculatura y el uso excesivo de unos músculos u otros.

El ejercicio más recomendado para estos casos es la natación, pero si te preocupa la salud de tu pelo, de tu piel o no te gusta nadar, otra buena opción es el método pilates. Notarás cambios rápidos en tu postura corporal y te sentirás fuerte y firme.

No olvidemos que, además, las posturas adoptadas dan indicaciones sobre lo que vivimos y sobre el modo de transigir con las situaciones de nuestra vida. Si estás en una reacción frente a la autoridad, si quieres tener la razón frente a algo, vas a tensar la espalda. Si por el contrario vives en sumisión, si tienes miedo, si te sientes débil, vas a curvar la espalda.

Elige afirmarte cuando lo necesites, aceptar que la vida te sostenga en cada instante y levanta los hombros sabiendo que tienes la fuerza necesaria para realizar todos tus proyectos.