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Quince personas se encierran en oficinas de Bankia hasta parar un desahucio

EFE | Madrid

Quince personas de un colectivo de afectados por desahucios han protagonizado esta tarde dos encierros en sendas sucursales de Bankia en Madrid, que han concluido cuando han logrado un acuerdo verbal con la entidad para paralizar un desalojo que iba a producirse el lunes y estudiar otros 49 casos.

Una decena de personas ha acompañado en uno de los encierros a Judit, una madrileña del barrio de Lucero con tres hijas, en la sucursal de la calle Alcalá, mientras que otros tres afectados se han introducido en la oficina de la Plaza de las Descalzas.

Los protagonistas de las protestas eran miembros del colectivo en apoyo a los afectados por desahucios que han estado acampados desde el pasado lunes en la plaza del Celenque de Madrid.

Según ha explicado a Efe Juan Moreno, del colectivo 15M, los protagonistas de la protesta en la calle Alcalá han dejado la sucursal tras un acuerdo “verbal” para que se paralice el desahucio de Judit y se estudien otros 49 casos de ciudadanos afectados por órdenes de desahucio.

Moreno ha confirmado que el otro encierro también ha finalizado y que ha lamentado que ningunos de los responsables de Bankia con los que han alcanzado el acuerdo verbal se haya identificado.

En la sucursal de Bankia del número 1 de la calle Alcalá se han introducido a las 14.00 horas de esta tarde una decena personas en apoyo a Judit, de las cuales dos han abandonado la oficina horas antes del fin del encierro.

Antes del encierro, Judit había acudido a la sede central de Bankia para intentar renegociar su crédito, acompañada por Juan Moreno, miembro de la Asamblea del 15M, y de su abogado.

Allí recibieron la respuesta de que los trabajadores de la central no podían renegociar el crédito, por lo que se trasladaron a la oficina de la calle Alcalá, en la que han entrado también en su apoyo algunos de los acampados.

A las oficinas se han trasladado agentes de policía, que han custodiado las entradas de los dos edificios.

A la oficina de Alcalá tuvieron que entrar en un momento de la tarde profesionales de emergencias sanitarias para atender a una mujer que participaban en el encierro y que padece diabetes.