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El rastro negocia trasladarse a la plaza ubicada frente al Mercado

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El rastro de Santa Cruz cuenta con hasta tres denuncias por su actual ubicación. | DA

N. TORRES | Santa Cruz de Tenerife

La moción que Sí se puede presentó en el último pleno de Santa Cruz para permitir la apertura de un mercadillo de venta ambulante en el barrio de García Escámez, junto al mercado de La Abejera, ha desatado un agrio enfrentamiento entre los defensores de esta idea y sus detractores, las asociaciones del Mercado Nuestra Señora de África y del rastro de Santa Cruz. La presidenta de esta última, Carmen Tejera, expresó ayer a este medio su malestar por esta iniciativa ya que considera que atenta contra la supervivencia del rastro, que se encuentra inmerso en un proceso de transformación, buscando una restructuración y nuevo emplazamiento en los alrededores de La Recova. Tejera aseguró que la oposición a esta iniciativa se debe a que “no hay lugar para dos rastros en Santa Cruz y si los esfuerzos se dirigen hacia otro tipo de mercadillos lo que está en juego es la propia supervivencia del rastro que ahora mismo cuenta con 700 vendedores y 1.500 asociados”. Entre los lugares que se están barajando para la nueva ubicación del rastro, está la plaza Primero de Mayo, enfrente de La Recova, y más conocida como la plaza del mercado. El proyecto, que aún se está negociando, pasa por desalojar la avenida Bravo Murillo y buscar un emplazamiento para que entren todos los puestos que tendrán dimensiones más pequeñas.

Tejera defendió que esta negociación es vital porque “ahora mismo tenemos tres denuncias en el juzgado y nos pueden cerrar el rastro en cualquier momento y no es de recibo que se esté discutiendo la ubicación de nuevos mercadillos de venta ambulante, porque, al final, lo que pasará es que ya no importará cerrar el rastro”.

GARCÍA ESCÁMEZ
Del otro lado se encuentra Rafael Heredia, presidente de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Canarias, tal y como él mismo se presenta. Según Heredia, el rechazo de la moción de Sí se puede, y que defendió en persona en el pleno, se debe a las presiones que tanto La Recova como el rastro realizaron contra la iniciativa. “Han manipulado y engañado a los vendedores diciéndoles que lo que quería era cerrar el rastro” afirmó Heredia.

“Solo han dicho mentiras -continuó- mandando mensajes y creando una alarma que no es real porque lo único que queremos es una oportunidad para todos los que necesitamos un trabajo y traer unos ingresos a la casa”.

Heredia aseguró que ha presentado una querella contra Tejera por incitación a la violencia. La presidenta del rastro niega este extremo y asegura que ha sido ella la que ha sido coaccionada por el primero intentando poner a los vendedores en su contra.