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No seremos cómplices> Por Ana Oramas

Once grupos políticos, entre ellos Coalición Canaria-Nueva Canarias, hemos decidido presentar una enmienda a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado para que éstos sean devueltos al Gobierno y se incluyan en los mismos la financiación que debe garantizar la sostenibilidad de los servicios públicos y los incentivos que necesita nuestra economía para generar empleo. El Partido Popular está cada día más solo en el Congreso y la muestra más evidente es el frente común integrado por siete fuerzas políticas que exigiremos la próxima semana al Ejecutivo que dé un giro a unas cuentas que suman nuevos recortes en educación, sanidad, prestaciones por desempleo o pensiones y deja a la intemperie a los sectores sociales más vulnerables.

En estas nuevas cuentas, las segundas que aprueba el Gobierno del PP en menos de seis meses, y a pesar de la evidencia, persiste en la concepción errónea que sustentó los Presupuestos de 2012. Y ello cuando los efectos profundamente negativos de las políticas basadas en recortes del gasto público, el incremento de los ingresos vía imposición indirecta y el mayor esfuerzo para los asalariados, han demostrado ser una respuesta absolutamente ineficaz para estimular la economía y generar empleo.

Hoy es una evidencia que esta concepción, esta austeridad mal entendida, está generando un incremento del desempleo, el aumento de las personas bajo el umbral de la pobreza, de las desigualdades sociales y un enorme deterioro de los servicios públicos esenciales mediante el durísimo e indiscriminado ajuste a la financiación de las Comunidades Autónomas pese a que éstas son las responsables del mantenimiento de estos servicios.

Estos Presupuestos están sustentados, además, en un escenario macroeconómico absolutamente cuestionable. La previsión de un retroceso de la economía de un 0.5% del PIB es un dato refutado por múltiples estudios y organismos internacionales y, específicamente, por el Fondo Monetario Internacional, que, como mínimo, prevén una cifra del -1.3%. Este hecho, en sí mismo, invalida cualquier previsión rigurosa de cumplimiento de los objetivos del 4.8% de déficit para el año 2013, al igual que ocurrirá con los del 2012.

Desde la perspectiva canaria, ya nos vimos obligados a cuestionar los presupuestos para 2012 por ser injustos y maltratar los intereses del archipiélago en mayor medida que a las demás Comunidades. Y en los que ahora discutimos, lejos de enmendar el agravio, se agudiza esa tendencia, arrojando un trato escandaloso a una comunidad con indicadores laborales, sociales y económicos ante los que no ofrece respuestas.

La financiación que se destina a Canarias es 800 millones de euros inferior a la media de las Comunidades de Régimen Común y el Gobierno del Estado castiga a uno de los territorios más afectados por el desempleo con un golpe inaceptable al Plan Integral de Empleo de Canarias, cuya partida se reduce de 42 a 10 millones de euros. A los que habría que añadir los otros 40 millones de euros dedicados al PIE de infraestructura educativa, que desaparecieron en los presupuestos del 2012 y tampoco figuran en 2013. La desaparición de la partida para la subvención de la desalación de agua constata dos hechos que son incontestables: que el Gobierno desconoce la realidad de Canarias y que los diputados y senadores del PP no cuentan con el peso suficiente en Madrid paras exigir un derecho irrenunciable.

A ello se suma el drama que supondrá que 2.000 empleos directos y 6.000 indirectos se vean afectados por los fuertes ajustes en los convenios de infraestructuras o el reguero de dudas que el Gobierno siembra sobre el futuro de la subvención al transporte para los residentes o el recorte de la subvención al transporte de mercancías en más de dos millones de euros. La inversión media regionalizada per cápita del Estado en el ejercicio 2013 asciende a 233 euros, mientras que en Canarias es de tan solo 170 euros. Además de que no alcanzamos la media estatal, el diferencial de inversión supone en 2013 más de 135 millones de euros de perdida de inversión en un momento como tan difícil como el que vivimos.

En definitiva, merman los recursos económicos de las familias y aboca a los jóvenes a tomar la senda de la emigración, mientras que aquellos que son el sostén de personas sin empleos y familias desahuciadas contarán con un menor poder adquisitivo para sortear la pobreza.

No seremos cómplices de un Gobierno que ha elaborado los Presupuestos con las manos atadas por Bruselas y ha dado la espalda a sus propios ciudadanos para cumplir una serie de compromisos que arrastran a nuestra economía a un futuro cada vez más incierto por las amenazas que suponen los recortes o el consumo anémico provocado por los ajustes salariales y las subidas impositivas.

Y no contribuiremos a alargar una pesadilla provocada por la incertidumbre y los interrogantes que deja en el aire cada día un Gobierno que no da la cara y que nos oculta los detalles del futuro que tendremos que vivir.

Pero, sobre todo, no seremos cómplices de unos Presupuestos que alejan aún más a Canarias de la Península; que distancia a los canarios y canarias de la calidad de vida de España y que lleva a más de dos millones de personas a no ser tratadas por el Gobierno del Estado como al resto del país.

*DIPUTADA DE COALICIÓN CANARIA EN EL CONGRESO