Un problema creciente de las redes sociales es que suelen tener muy mala prensa. Sus virtudes son infinitas, pero pocos se atreven a ensalzarlas sin miedo a meter la pata. Yo hablo de redes sociales con naturalidad y sin temor; no conozco otra manera.
Todos conocemos tristes y negativas experiencias en el uso de las redes sociales; prácticas que se convierten en alarmantes cuando hablamos de niños y adolescentes. Son situaciones que invitan a la reflexión sobre qué está ocurriendo en el mundo 2.0. Las redes sociales permiten conectar a personas que se encuentran aisladas geográficamente, compartir pensamientos y sentimientos, difundir reflexiones y conocimientos, desarrollar la creatividad, etc. Son espacios que permiten desarrollar nuestras habilidades sociales. Pese a ello, estas luces se pueden convertir en sombras en función del empleo que hagamos de estas plataformas.
Los docentes reconocen que las TIC y las redes sociales son recursos que favorecen los procesos de enseñanza-aprendizaje, pero también manifiestan abiertamente sus inquietudes a la hora de implementar estos nuevos entornos de comunicación en sus aulas. Condiciones legales, políticas de privacidad, casos de cyberbulling o sexting… La novedad del mundo 2.0 en la educación lleva al desconocimiento y este, a su vez, conduce al miedo, a prohibir para huir de los riesgos. Sin embargo, la cuestión está en aprovechar las ventajas de las TIC y en minimizar los riesgos.
El miedo, en muchas ocasiones, está justificado. En su proceso de socialización, es normal que los niños se peleen, discutan e incluso se insulten. Esta circunstancia es de fácil detección si sucede en clase o en el patio del colegio, pero ¿qué hacer si mis alumnos están siendo acosados en la Red?, ¿cómo enseñarles qué información deben hacer pública y cuál no? y ¿cómo educarlos para que se respeten en el entorno digital? La contestación a estas preguntas a veces pone en un compromiso al profesorado. Los docentes deben enseñar a los niños a realizar un uso seguro y adecuado de las redes sociales, sin miedo, porque no están solos en esta tarea. La integración pedagógica de las TIC en los centros educativos es un proceso que requiere formación, actualización, búsqueda de materiales, herramientas…
Ese es el punto de partida de FiZZiKiD. Una red social educativa que facilita al profesorado el desarrollo de habilidades y competencias digitales en su alumnado. Nace para enseñar a los niños a hacer un buen uso de su identidad digital, pero también para apoyar, informar y asesorar a las familias y a los docentes. Un espacio digital en el que el miedo a las redes sociales no existe; un entorno creado por y para los niños.
Elena Fariña Vargas es DIRECTORA PEDAGÓGICA DE FIZZIKID