Una de las últimas declaraciones de un peso pesado en la economía española y europea son para quedarse helado. “No cabe esperar que el montante que se inyecta en entidades se recupere en su totalidad”, afirmaba el presidente del FROB y el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, días atrás, y “si se rompe la Unión Monetaria, el sistema financiero español quebrará”(…). Si alguien se está cuestionando el “coste cero” respecto a la deuda o el déficit para el contribuyente español, si hay posibilidades reales secesionistas en el territorio nacional, si puede haber un referéndum independentista paralelo al sueño escocés o si se plantea una apertura hacia un estado federalista, o mantener el sistema autonómico, aún hay algo más. Se trata de la economía virtual: los bitcoins.

Una economía proyectada por hackers, programadores, alta tecnología, desarrollando una moneda que no existe en papel ni metal, sin banco central y compuesta de dígitos. Puede ser la divisa del futuro, y es capaz de eliminar la intermediación de bancos y gobiernos. Y aún más. Podemos referirnos a economía secreta, o a principios subyacentes de una ciencia de la economía física, como resultado político programático para resolver la crisis. Debemos tener en cuenta la supuesta existencia de lobbys económicos.

Además, si hay intentos de influencia o presión consciente en la economía mundial, para causar ciertos efectos de control, y quiénes realizan los movimientos en bolsa a diario. Esto es: personas que aplican principios económicos, ¿o sistemas informatizados que albergan a mayor velocidad que el cerebro humano las diferentes opciones inversionistas? En Canarias, se acaba de batir el récord mundial de distancia de teletransportación cuántica, reproduciendo las características de una partícula de luz a 143 kilómetros, entre La Palma y Tenerife, futura tecnología encriptada. Las partículas se entrelazan, y se transfiere la esencia e información. Si la economía estuviera encriptada, ¿cuál es su clave oculta?