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El acusado de matar a su vecino cuando paseaba a su perro niega los hechos

EFE | Las Palmas

El acusado de haber asesinado a su vecino, un policía local, ha negado hoy ante un tribunal jurado de la Audiencia de Las Palmas haberle golpeado y matado con su escopeta de caza cuando paseaba a su perro en la zona de Marpequeña, en el municipio grancanario de Telde, en 2011.

El procesado, que sufre esquizofrenia paranoide, enfermedad que ha dicho que desconocía que padecía hasta que ingresó en prisión, ha explicado al tribunal que cuando sucedieron los hechos, entre las 20.00 y las 20.30 horas del 1 de mayo de 2011, se encontraba en el bar de la asociación de vecinos de Marpequeña.

El acusado ha reconocido que fue condenado a pagar una multa de 260 euros por haber pegado a su vecino un puñetazo porque su perro se orinaba en la puerta de su casa, y que tenía problemas con él, aunque ha dicho que la relación era “normal” y que “nunca” le había amenazado.

Según el acusado, además es “falso” que comentara a un policía que si se le estaba acusando de un homicidio antes de que le informara sobre el fallecimiento de su vecino, quien murió a unos 100 metros de la vivienda del procesado de un disparo de escopeta en un ojo, después de que fuera golpeado y cayera al suelo.

El procesado ha explicado que la última vez que utilizó su escopeta de caza fue un mes antes para disparar contra un bidón, pues ese era el único uso que le daba, pese a que se había comprado el arma hacía más de 6 años para practicar el tiro al plato.

El acusado también ha señalado al tribunal que ha había excavado un agujero en el interior de su casa, de cuatro metros de profundidad, porque notaba olor a gas, que llegó a pensar en algún momento que sus vecinos, el fallecido y su novia, lo provocaban.

Según ha declarado el policía que instruyó el atestado, precisamente las incongruencias que manifestó el acusado cuando fue detenido, tanto en comisaria como en su traslado, impidieron que se le tomara declaración y determinaron su ingreso hospitalario, y su posterior diagnostico de su enfermedad mental.

El policía ha explicado que el acusado vivía en una casa “siniestra” que se estaba construyendo él mismo, que no tenía ni electricidad ni cuarto de baño y había animales sueltos.

El fiscal, Antonio Amor, ha solicitado al tribunal el internamiento del acusado en un centro psiquiátrico por un plazo máximo de 20 años, porque entiende que, pese a que el procesado tenía intención de matar a su vecino, cuando sucedieron los hechos sufría un trastorno delirante que le exime por completo de los hechos.

La acusación particular, sin embargo, ha pedido su ingreso en prisión durante 18 años porque sostiene que el acusado, pese a su enfermedad, sí sabía lo que hacía y “maquinó a conciencia” la muerte del policía local, al que ya había agredido un año antes porque su perro hacía sus necesidades en la puerta de su casa.

La abogada de la defensa, Irene Ptacinsky, ha reclamado su absolución porque en “toda la investigación” que se hizo no hay pruebas que demuestren su culpabilidad, que considera que se “construyó” porque existía una mala relación entre el acusado y su vecino, con quien se llevaba mal.

La letrada ha señalado al jurado que “sería una terrible equivocación” su condena porque el acusado no cometió el asesinato.

Una hermana del fallecido, Dolores Santana, ha manifestado antes del inicio del juicio, que está previsto que continúe hasta el próximo miércoles, que espera que se “haga Justicia” con el acusado “por lo que hizo”, que teme que pueda repetirlo con otra persona