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El acusado por el asesinato del chasnero dice ahora que no fue él

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Ahora dice que no fue él. El inicio del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia provincial de Almería a cuenta del asesinato de un granadillero durará más de lo previsto al desdecirse el acusado en la sesión de ayer con respecto a su declaración policial, que aseguró haber sido arrancada bajo coacciones a pesar de que en su día se entregó voluntariamente.

Como resulta habitual en este tipo de juicios, la primera sesión estuvo marcada por la elección de los miembros del jurado, al punto que apenas quedó tiempo para la declaración del acusado, un varón de cuya identidad sólo ha trascendido que se identifica por las iniciales F. M. R.

Además de que consta en autos su confesión policial, la declaración de ayer del acusado incluyó datos tan singulares como que el arma del crimen, un cuchillo, lo llevó él en una visita anterior al piso de la víctima aquella triste madrugada del Día de San Valentín del año pasado. También relató que luego se marchó y, cuando volvió, se cruzó con un desconocido al que sólo vio él y se encontró a la víctima ya muerta, tras lo cual habría huido y, por miedo, lavado su ropa.

Será en las jornadas posteriores cuando tanto la Fiscalía como la acusación particular que ejerce el tinerfeño Plácido Peña y que representa a la esposa y las dos hijas de la víctima, que siguen residiendo en la Isla, avalen sus tesis con las declaraciones de los policías actuantes y, especialmente, con los forenses y la propia autopsia, que en principio apenas dejan lugar a dudas con lo sucedido.

Como recordarán los lectores, F. M. R., llegó a la vivienda de su víctima, sita en la calle del General San Martín de Roquetas de Mar, minutos antes de las cuatro y media de la madrugada para adquirir un gramo de cocaína.

Tras recibir el mismo desveló que sólo contaba con cincuenta euros, a lo que replicó el infortunado exigiéndole la devolución de la droga dado que el precio estipulado era de sesenta.

Sin embargo, el ahora acusado habría sacado un cuchillo que llevaba oculto, de 22 centímetros de largo por 1,5 de ancho, apuñalándolo en el pecho dos veces e intentando degollarlo, para luego incendiar la casa.