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El alcalde exigirá responsabilidades por el incendio “a quien las tenga”

GABRIELA GULESSERIAN | Los Realejos

La noche del martes fue interminable para los vecinos de las inmediaciones del barranco de La Lora y de los caseríos de Madre Juana, Placeres y La Azadilla, en Los Realejos, algunos de los cuales tuvieron que ser desalojados como medida preventiva debido al incendio que se originó en la zona por el roce de las ramas de un pino con un tendido de alta tensión.

Ayer por la mañana ya se daba por controlado el fuego y aunque puntualmente se podían apreciar resquicios de humo, eran derivados del efecto del agua sobre las zonas que habían guardado el calor del incendio. Sin embargo, los lugareños, muchos de los cuales ya habían regresado a sus hogares, seguían con el miedo en el cuerpo dado que el árbol que desencadenó el suceso no había sido cortado.

“Las personas que tuvieron que abandonar sus casas y aquellas que lo han pasado mal se merecen una respuesta”, dijo ayer el alcalde, Manuel Domínguez, que exigirá responsabilidades por el incendio “a quien las tenga”. En este sentido, comunicó que ya ha hablado con la Delegación del Gobierno y la Consejería de Industria “porque queremos saber qué ocurrió y aquí no hay tiempo que perder”, sentenció.

El regidor municipal consideró que “el Cabildo de Tenerife debe acometer la tala del pino y ponerse de acuerdo con la empresa que tiene las competencias en materia de electricidad en la zona, para que tome las medidas preventivas y se pueda realizar esta labor con la mayor urgencia posible”. Sin embargo, en el área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife “no hay constancia de que se haya realizado una petición por parte del Ayuntamiento para derribar el árbol”. En ese caso, indican fuentes insulares, “el informe que se hará será favorable, pero será el Consistorio el responsable de esta actuación dado que se encuentra en una zona urbana”.

MIEDO POR EL BARRANCO
El entorno es especialmente complicado dado que allí se encuentra una gasolinera y una empresa pirotécnica, que tiene un plan de emergencias propio y una red contra incendios que el martes se activó, pero en caso de extenderse el fuego, podría haber complicado la situación.
Domínguez confesó que el mayor miedo era que las llamas entraran en el barranco de La Lora, que está virgen, y afectase a poblaciones como San Martín de Porres. La misma sensación la tuvieron los vecinos del lugar y por eso “no entienden” que no se haya hecho nada cuando el conato empezó desde la mañana.

Dos de ellos contaron a este periódico que cerca de las 11.00 horas, cuando comenzó el viento fuerte, ya vieron chispas. “Vinieron dos coches de las brigadas Brifor y dos de los bomberos y miraban el suelo buscando algo y decían, aquí no hay nada, aquí no hay nada”.

Fue otro vecino, relataron, quien les indicó que el problema “estaba en el pino, así que subió un bombero y las Brifor se marcharon”, precisó Florencio González, quien los vio desde la azotea de su casa con los prismáticos. De hecho, pensó que habían cortado el árbol porque salía humo, pero más tarde comprobó que “era la descarga”.

Cortes intermitentes de luz y de telefonía fueron algunas de las molestias que padecieron en general los vecinos del municipio durante la larga noche del martes y que ayer se solventaron.

[apunte]Francisco Delgado (Encargado de la gasolinera DISA): “Un compañero me avisó que había un incendio y aunque cerca de las 14.00 horas vimos que salía humo de un pino, no le dimos mayor importancia porque había gente trabajando. Nos asustamos porque de repente subió muy rápido por la ladera, pero al ver que no bajaba y poco a poco se desplazaba hacia la izquierda, ya nos tranquilizamos. El miedo era que volviese el viento porque se podía activar otra vez”.[/apunte]

Idaira Reyes (Vecina de Icod el Alto): w“Estaba en la gasolinera a las cinco de la tarde cuando un señor paró a la Policía y le dijo que había un poste echando humo. Tres horas después nos llamaron para salir y nos fuimos a casa de mi suegra. Mi marido me sacó con mi hija de dos años y luego volvió por los animales pero no lo dejaron, pese a que tenemos 26 perros, dos cabras y conejos. Fue una noche larga. El miedo era que se metiera por el barranco y las fincas”.

[apunte]Juan Miguel Pérez Díaz (Vecino de Icod el Alto): w“Me enteré del incendio cuando vi el fuego, por la tarde, que ya estaba bastante avanzado. Creo que si esto mismo hubiese ocurrido en el mes de agosto, hubiese terminado en una desgracia. No solo por el intenso calor, sino porque en esa época hay mucho monte. Afortunadamente, las llamas se detuvieron porque llovió a la madrugada y porque no hubo más viento, pero si este cambia, arde todo”. [/apunte]

Vicente Díaz Domínguez (Vecino de Tigaiga): “Mi hermana estaba en el Puerto, en la casa de una amiga, y me avisó de que había un incendio en la corona. Cuando me asomé a la azotea lo vi casi arriba de mi casa, que está a unos tres kilómetros del suceso. Estuvimos sin luz y esta mañana se volvió a ir otra vez. Pasamos una noche complicada hasta que empezó a llover. Pero también tememos que llueva mucho por el desastre que se puede ocasionar en los barrancos”.