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Ángel Luis: “Toni Grande, segundo de Del Bosque, me ayudó muchísimo”

A. LORENZO | Santa Cruz de Tenerife

Ángel Luis Camacho
Ángel Luis Camacho, entrenador del Unión Viera. | A. LORENZO

Ésta es la conversación que mantuvimos con Ángel Luis Camacho, actual entrenador del equipo Unión Viera de la Tercera División.

-Entrenador, ¿cómo le va?

“Bien, muy bien”.

-¿Vaya carrerón que lleva desde que se sienta en la banda?

“No me puedo quejar. En mi primera temporada completa, como máximo responsable técnico, alcanzamos el ascenso, y ahora el inicio, está siendo muy bueno. Pero está empezando, y aún queda mucho por recorrer”.

-¿Quién diría que con el mismo equipo de Preferente está arriba, en Tercera División?

“Bueno, hay que reconocer que fichamos a algunos jugadores, que además están haciendo buenos partidos, pero la base del equipo es la del año pasado”.

-¿Y cómo se hace eso?

“Con trabajo, y sobre todo, confiando mucho en los futbolistas. Les digo que si me han demostrado que pueden ser los mejores en Preferente, por qué no en Tercera. Luego la competición nos colocará en nuestro sitio, pero para conseguir grandes cosas en el deporte hay que ser atrevido”.

-¿Cual fue su trayectoria como futbolista?

“Por lo que más se me recuerda fue por los tres ascensos a Primera División (Alavés, Numancia y Osasuna) y también porque nunca pude jugar en ninguno de los dos equipos representativos de Canarias. Era otra época y me tuve que marchar para poder ser futbolista. No me arrepiento, y eso me ha permitido jugar en Primera División, con Osasuna. Saliendo de Buenavista del Norte y con un Tenerife que tenía olvidada la cantera, tiene mérito”.

-Te vas a los filiales del Real Madrid en el año 1993, con 20 años. ¿Cómo surge?

“Por Ñote, un ojeador que trabajaba para el Real Madrid. Tras verme jugar en el Icodense, me ofrece ir a realizar la pretemporada con el filial blanco, que estaba en Segunda División B. No me lo pensé, y aunque me decían que era muy difícil quedarme, lo conseguí, y allí pasé dos años que fueron muy bonitos”.

-Y en Tenerife, en una época de mucho esplendor en el representativo, ¿nadie le observó?

“La verdad que quisieron ficharme en ese verano (Santiago Llorente), para el filial, pero creía que era mejor opción salir fuera. El Tenerife nunca ha sido un club de cantera, y veía que otros futbolistas anteriores, y mejores que yo, llegaban al filial, y luego “morían” en Tercera División. Además, para mí era un reto intentar competir con la mejor cantera de España. Y de no haber salido y quedarme en casa, creo que no me lo hubiera perdonado nunca. Como te dije, en el fútbol hay que ser valiente para conseguir cosas”.

-Hablemos de su experiencia en las canchas de juego. ¿Díganos un partido que le gusta siempre recordar?

“El de los ascensos a Primera, el del debut en Primera ante el Celta, mi debut con el filial de Real Madrid ante el Pontevedra… No sé”.

-¿Y uno para olvidar?

“Liguilla de ascenso a Segunda División A con el Universidad de Las Palmas. Jugamos frente a la Ponferradina, y fue durísimo caer derrotado en esa eliminatoria”.

-¿Un entrenador?

“No tengo un favorito. Toni Grande, el segundo de Del Bosque, que me ayudó muchísimo en el Real Madrid. Pero también Mané, Lotina, Tino Luis…”

-¿Un rival con el que no pudo?

“Eso no se dice”.

-¿Un compañero con el que compartiría casa?

“Tengo varios y grandes amigos del fútbol, Ángel Rodríguez, hoy segundo entrenador del Celta, Pedro Riesco, pero tanto como para compartir casa…”

-¿Su mejor momento?

“Hay muchos, pero creo que el debut en Primera División”.

-¿La anécdota que nunca olvidará?

“Nos jugábamos el domingo el ascenso con el Alavés a Primera División, y el sábado por la noche, en el hotel, estábamos discutiendo con el presidente del club la prima por ascender. Fue surrealista”.

-¿Y a quién le dedica todo lo que ahora es?

“Bueno, sobre todo a mis padres y hermanos, que fueron con los que empecé a jugar, y luego a mi mujer, que es quien más me ha aguantado”.

-Vaya mezcla que tiene con personas de las islas. ¿Padre de Tazacorte, madre de Buenavista, pareja de Las Palmas de Gran Canaria?

“Sí, mi padre es un referente para mí, es de esas personas que tuvieron una vida muy dura, de quién aprendí, que lo más importante en la vida es poder ir tranquilo por la calle, lo que él llama “tener dignidad”.

-En la faceta de entrenador. ¿Dónde ha ejercido?

“Mi primera experiencia en los banquillos fue de segundo entrenador con José Juan Almeida, en el Fuerteventura. En el mes de enero José Juan se tuvo que ir por problemas personales, y acabé siendo el primer entrenador. Luego paré un par de años, porque quería acabar la licenciatura en Educación Física, que tenía pendiente, y tras terminarla, comencé a trabajar en escuelas deportivas infantiles y hace un año y medio comencé con el Unión Viera”.

-El año pasado compartía, Vecindario y Viera. ¿Es posible eso?

“Bueno, realmente yo entrenaba al Unión Viera, lo del Vecindario fue algo diferente. Cuando Almeida coge al equipo en noviembre, me llama para ser su segundo, pero yo no veía serio dejar al Viera a mitad de temporada, y le propuse echarle una mano, en los entrenamientos, y ayudarle en lo que podía, pero no era segundo entrenador, de hecho, no tenía ni ficha, ni tan siquiera me sentaba en el banquillo”.

-¿A dónde puede llegar su equipo en esta liga?

“No lo sé, la idea era y es salvar la categoría, sobre todo, con los menores agobios posibles. Pero es cierto, que por mi forma de ser, yo les digo que si trabajan duro y tenemos suerte, no debemos temer a nadie, y ninguno es mejor que nosotros. Insisto, que para mi ellos son el mejor equipo, pero que ellos son los que se lo tienen que creer, y esa es la única manera de rendir al máximo. Luego, la posición no debe ser tan importante, cuando se da el máximo entre todas las posibilidades”.