nombre y apellido >

Artur Mas – Por Luis Ortega

Pagó el precio más alto por un error de cálculo. La masiva y ruidosa asistencia a la Diada le hizo romper la histórica prudencia del nacionalismo burgués y los resultados electorales lo metieron en un pozo de difícil salida. Los socialistas catalanes mostraron su debilidad y falta de liderazgo con los peores números de la democracia (perdieron ocho escaños); su tradicional segundo puesto pasó a Esquerra Republicana, que, al fin y al cabo, recuperó los votos prestados a CiU. Sus electores -los auténticos independentistas- olvidaron el castigo tras el Tripartito y le devolvieron sus escaños de penitencia. ICV triplicó su presencia, de tres a nueve actas, como activa comparsa en la decisión nacionalista para la legislatura que empieza. El PP ganó un escaño y unas sacas de votos (ochenta mil ), lo que significa su mayor éxito en Cataluña y repican sus campanas, tal vez en un exceso de optimismo. Ciutadans duplicó con holgura sus votos; tres escaños. Sin embargo, estas opciones radicalmente opuestas a cualquier concesión soberanista solo suman 21 asientos.

El inefable Laporta se borró del mapa en una demostración evidente de que los experimentos se hacen con gaseosa y luchará en el único terreno donde puede hacer algo, el fútbol. Estos hechos provocan una compleja digestión en la mayoría de las fuerzas que participaron en las elecciones del 25 de noviembre y abren un proceso de reflexión o ajuste de cuentas -depende de los perjudicados- de consecuencias incalculables. Algunos líderes, con más peso y culpa, corren el riesgo de seguir el camino sin retorno del futbolero cantamañanas que usó al más que un club para sus intereses (tal como hicieron otros para sus negocios). A sus organizaciones, CiU y PSC especialmente, les toca hacer un análisis de conciencia y un ejercicio de arrepentimiento público y convincente. A los vencedores, aún de modo pírrico, también les vendría bien una pausa para contemplar el panorama incierto que dejaron los comicios. La mayoría soberanista -como los fieles de cualquier confesión- se ve enfrentada en temas sociales; Esquerra está lejos de la política de recortes de Mas y CiU y este, fuera del contencioso de euros y soberanía, y en cuanto a ajustes se refiere, está más cerca de Rajoy que cualquier otro líder y partido de España; los socialistas perdieron fuelle para nuclear osadas alternativas de gobierno u oposición y a los otros les queda esperar, ver y actuar del modo mejor o menos dañoso para sus intereses. De entrada a Mas le toca mover ficha si antes no lo mueven a él.