cuadernos de África > Rafael Muñoz Abad

El barbero de Argel – Rafael Muñoz Abad

El asunto aquí al lado puede ponerse muy interesante. Marruecos ha estirado en demasía la carta de saberse el protegido de los EE.UU. en esta esquina del plató africano, y quizás el amante yankee flirtree ya en la alcoba argelina. Menudo ataque de celos le iba a dar a Rabat ante un episodio de cuernos de semejante calado.

El futuro inquilino de la Casa Blanca y el Elíseo francés saben que cualquier intervención militar que busque poner orden en Malí inexorablemente pasa por el sí de Argel; y esta no va a dejar pasar la oportunidad de sacar tajada.

Con el objeto de darle un marco moral ante el mundo árabe, la campaña en el Sahel necesita del respaldo del principal tenor en la zona: que no es otro que Argelia. Y es que los intereses generan extraños compañeros de cama. Y más cuando tradicionalmente el régimen argelino ha sido muy proclive al bloque socialista; viviendo un sempiterno enfrentamiento con Marruecos a causa su apoyo a la lucha armada del pueblo saharaui.

A miras de crear un clima de entente que dé bóveda a la hipotética acción militar contra Al Qaeda [¿de veras existe?], Washington se juega un póker muy ambicioso: arma al reino alauí a la que vez coquetea con Argelia. La otra parte del libreto la canta Francia: poder en la sombra e intérprete principal del acto anterior que supuso el derrocamiento de Gadafi; y que ahora busca apuntalar la jaima que cobija sus aún fuertes intereses económicos en África.

La letra pequeña está muy repartida. España, siendo docta en la comedia y la ópera bufa gracias a sus habituales ministrillos, no parece decir nada; y no será porque el asunto no le atañe en lo geoestratégico y en la responsabilidad histórica, que vergonzosamente viene eludiendo respecto al Sahara y sus bajadas de pantalones ante la dinastía mora ¿Y el factótum para quién es?; ¿para Ross?, que tanto promete a Marruecos como al Polisario; ¿para la Clinton, que cree camelar a Argelia?; menuda opereta; solo falta que nosotros aportemos un enano de Velázquez a la Alianza de Civilizaciones. Y vaya si tenemos candidatos.

Rafael Muñoz Abad CENTRO DE ESTUDIOS AFRICANOS DE LA ULL

cuadernosdeafrica@gmail.com