Manolo, aunque grande, siempre lo hemos sentido cercano; de aquí. Estos días lo han hecho aún más importante los recientes reconocimientos a su imparable carrera profesional: Premio de la Moda Británica y Premio Nacional de Diseño de Moda 2012, en nuestro país.

Pero donde Manolo aparece ahora más grande es en su humanidad y generosidad. Eso lo ha hecho más Manolo que nunca, pese a que cargue el gran peso internacional de la marca Blahnik sobre sus ya inexpugnables tacones.

Nuestro zapatero de lujo, tras su apariencia sofisticada y a veces aparentemente distante, esconde un ser sencillo y sensible. Dos importantes virtudes para llegar a la cima del olimpo de los grandes, que en este caso honran a La Palma, a Canarias y a España.

Él, que ya lo ha conseguido todo en medallas, reconocimientos y distinciones, conquista ahora el más grande de los premios: el corazón de sus paisanos.

Con la cesión de los 30.000 euros del último galardón de esta semana, Manolo Blahnik entra ya por la puerta de honor de la solidaridad y de la sencillez de las almas nobles, que, tal vez para algunos, aún permanecía oculta.

Manolo ha aceptado ese dinero con la condición de donarlo para aliviar el dolor y la necesidad de los muchos palmeros y palmeras en situación económica difícil.

Cuando un artista de su talla se descalza sus zapatos y baja a la arena para caminar con pies desnudos, es cuando más crece su talento e hidalguía.

Enhorabuena, Manolo. Felicidades por este tu bien celebrado cumpleaños y por tu decisión de ser más de tu pueblo que nunca.