En estas islas se canta. Y se canta bien. No solo porque existe un talento natural, que otorga cierta capacidad para entonar melodías o afrontar dignamente el variado repertorio popular, sino que se sabe cantar con rigor. Tres de los mejores tenores del palmarés mundial son canarios y nuestros coros pasan por lo que podríamos considerar un excelente momento. Prueba de ello es que, cada vez que alguna de nuestras formaciones vocales sale fuera a concursar en algún tipo de certamen, regresa con premios.

Hace escasamente una semana, la Camerata Lacunensis participó en el certamen conocido como Fira de tots Sants, en la localidad alicantina de Cocentaina. Cada cuatro años se celebra una edición especial con los ganadores de los tres años anteriores, para otorgar lo que denominan Premio Firacor. Y los laguneros arrasaron ya que, además del Primer Premio, obtuvieron el Premio del Público. El repertorio estuvo basado en la música coral contemporánea, con obras que abarcaban un abanico abierto y diverso, que basculó entre partituras sacras y canciones del folklore canario, como el acertadísimo arreglo sobre aires isleños (Arrorró, y Aires de Lima de Valsequillo), realizado por el compositor Dante Adreu.

Y acaso ese fue su punto fuerte, no desdeñar ninguna opción para hacer lo que mejor saben: buena música, sin más etiquetas que la de estar bien concebida y ejecutada con capacidad para emocionar.

Francisco José Herrero conduce el coro como un director riguroso y pulcro, al frente de un equipo experimentado y capaz. Tras años de vehemente trabajo, el resultado es una formación exquisita y profesional, capaz de afrontar cualquier reto que decidan abordar. Hoy se encuentran cantando como invitados de un proyecto musical muy ambicioso, como cierre de la cumbre de líderes iberoamericanos que se celebra en Cádiz. Nuestra más sincera enhorabuena por sus éxitos.