tribuna > Blanca Delia García

Carmen y el alcalde – Blanca Delia García

Carmen y el alcalde fueron el desencadenante. Ella había perdido su casa y se puso en huelga de hambre; él retiró 1,5 millones de euros del banco. A partir de ahí, suma y sigue.

El banco cede; se compromete y Carmen consigue un alquiler social, una gran noticia que va más allá de la solución puntual a un problema concreto, y que se extiende a otros casos. El pueblo siente alguno de los tan nombrados brotes verdes.

Ella está agradecida, él mucho más. El alcalde consigue un generalizado aplauso popular; Carmen se convierte en su mejor trampolín, en un momento en el que la confianza en los políticos toca fondo. Llueven las felicitaciones y las iniciativas similares se repiten.

Los ayuntamientos de Zaragoza, Arjona (Jaén) y Ares (La Coruña) imitan las medidas de presión frente a la banca; el Ayuntamiento de Vigo anuncia que retirará sus cuentas de las entidades que ejecuten desahucios, y más de lo mismo en Silleda (Pontevedra) o en Montoro, Córdoba, entre otros.

El Partido Socialista canario también se hace eco de la medida y llama a todos los ayuntamientos de las Islas a retirar fondos de los bancos que practiquen desahucios.

En este asunto, las Afortunadas no lo son tanto. Igual que el conjunto nacional, están afectadas por una epidemia de pérdida de viviendas. Familias y más familias que se quedan sin hogar y hay incluso quienes, agobiados por la falta de alternativas, optan por la peor solución: se quitan la vida.

La banca, que guiada por la codicia y con la protección de leyes abusivas propició las hipotecas basura, plantea una moratoria de dos años. Claro que se refiere sólo a los “casos extremos”, y en la misma línea parecen moverse PP y PSOE, que se reúnen y hablan y hablan para consensuar una salida.

La sociedad se revela; se suceden las manifestaciones, se clama por la dación en pago, el alquiler social y leyes que protejan al consumidor frente a los usureros, pero los que tienen la sartén por el mango no parecen hacer mucho caso.

¡Oh, poderoso caballero! Sólo tú, don dinero y tu amiga la muerte han tenido alguna la capacidad, que no toda, de tocar la vena sensible a los que se han vuelto insensibles. Viven en un mundo que no es el mundo del común de los humanos y por eso no encuentran la fórmula adecuada.

“Habrá acuerdo, pero esto no se arregla de un plumazo”, advierte uno de los sabios; “los bancos son los primeros interesados en no quedarse con las casas de la gente”, señala otro, y todo eso en los mismos días en los que se produce una huelga general y el principal diario nacional, que se decía defensor y crítico, echa a la calle a 129 profesionales.