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Demagogias – María Montero

En las calles de Canarias, hay muchos rumores; se habla de todo. Los canarios se expresan en ocasiones implícitamente y dan mensajes en grupos para hacérselos llegar a otros círculos, pero dejando idiosincrasias culturales al margen. Este pueblo se empieza a levantar públicamente. La imagen social en Tenerife es importante; la población se conoce más cercanamente y la información viaja muy rápidamente, junto a la desinformación.

Las redes sociales funcionan, sumadas a la voz a voz, porque en esta isla aún existe la credibilidad en mensajes interpersonales. Si ahora llevamos esta realidad a la propuesta en cascada del PP para la entrega del Premio Canarias 2013 a la Asociación Banco de Alimentos de Tenerife, estamos ante un conflicto de intereses.

Desde entonces, el rumor social tinerfeño es el que le pone el cascabel al gato. El Premio Príncipe de Asturias al Banco de Alimentos de España después de 20 años de gestión estuvo consensuado, pero no lo está en el caso del Banco de Alimentos de Tenerife, activo solo desde 2006.

La acreditación de esta asociación está relacionada a la gestión de Ignacio González en el IMAS y resulta extraño que la iniciativa venga de la oposición del PP, y que al Gobierno no le quede más remedio que aprobar la moción, o destapar una auditoría al exconcejal de Bienestar Social de Santa Cruz. Pero si es auditoría popular, ya es tiempo de que los ciudadanos canarios la hagan explícitamente respecto a las ONG que entrañen cualquier tipo de duda moral, económica o incluso política en su proceder.

En el ambiente, hay un cabreo consensuado respecto al trato social en el reparto de ayudas que reciben ciertas ONG y cómo las redistribuyen. Y algo explícito es la desce ntralización de la cooperación canaria, yesto pone en jaque al Banco de Alimentos.Si hay moción para premio, ha de haberla para presentación de cuentas, repartos y subvenciones del Banco de Alimentos. Así nos quedamos todos tranquilos y despejamos los rumores.